Se ve que la vida
apenas te regala nada.
Ella, te pone en el punto de salida
y tu deber es salir disparado
y con la condición
de estar dispuesto a comerte el mundo
y a todo lo que se te ponga por delante.
Todo obstáculo debe de ser superado,
cada zancadilla tendrá que ser esquivada
y cada batalla será a muerte
y si ganas,
dormirás entre laureles
pero si pierdes
serás señalado como un puto fracasado
que como mucho,
servirás para dar de comer a las pirañas.
En la vida no hay puntos medios
o ganas o pierdes
o estás arriba o estás abajo,
pero en el medio,
en el puto medio,
se quedan los mediocres
y los que no se pronuncian ante nada.
Claro que...
los mediocres son legión,
pero también son legión los imbéciles
y los descerebrados
y todos juntos forman
un ejército de almas en pena
que por desgracia
son los que en éste preciso momento
dominan la tierra.

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