Estoy pensando que esto del escribir a mí y personalmente, no me sale muy rentable (hablo en plan económico). Vamos a ver, no saco pasta gansa ninguna, ni un penique ni siquiera un mísero centavo y a modo de propina y por tanto esfuerzo realizado. Si hasta me rechazaron los dueños del blog o sea los de Google, que lo tienen todo bajo su control. Un día me propusieron y por el número de visitas (supongo que eso les sale en plan automático), que me dejara poner un número determinado de anuncios y a cambio ellos, me darían algo de pasta. Y un día de verano en que estaba a dos velas y no tenía ni para comer, les dije que sí, que si aceptaba su propuesta de multinacional agresiva. Una semana después, me dijeron que ¡un carajo!, pues el contenido no era lo suficientemente fino para poner sus putos anuncios de mierda y que debía de ser una mierda muy fina. Ya véis como económicamente he triunfado.
Por otro lado cuando escribo fumaba mucho más (cuando aún fumaba en el 2.014) y debe ser por el nivel de concentración que deposito en el tema, pues pasa que no me entero de lo que fumo y solo me doy cuenta de ello, cuando el paquete ya está vacío. Otro punto negativo. Y las horas que me echo delante de éste puto ordenador y el dolor de culo y de espalda que eso me produce y por estar todo el día en la misma postura. Y el descentre que tengo para el resto de cosas que llevan mucho tiempo pendientes, me olvido de esas cosas y me vuelvo a olvidar de muchas otras y me paso el día olvidándome de que me he olvidado.
Lo único y que nadie me puede quitar jamás, es con todo lo que disfruto con ello. Disfruto escribiendo y disfruto con lo que escribo y eso no tiene precio y entonces, desarece mi dolor de culo y el dolor de espalda se traslada hacia otra dimensión y no hay nada que me haga dejar de disfrutar de esa manera y para mí, tan brutal y tan bestial. A veces tengo que llamarme al orden y decirme a mi mismo, ¡Basta!. Y eso aplicado a la raíz cuadrada de las cosas, tengo que reconocer que estoy colgado de una droga muy dura y tal y como en la que estoy metido. Esto es un vicio y es una colgadera, pero mientras no haga daño a nadie, pues que os puedo decir... ¡que bendita colgadera, la mía!

No hay comentarios:
Publicar un comentario