Buenos días desde Menorca. Son las 11 de la mañana del Martes día 29 de Abril y otro día primaveral más. Éste año sí que hay Primavera, no hubo Otoño, pues se empalmó el Verano con el Invierno y en cambio ésta estación está siendo especialmente buena. Acabo de encontrarme con un amigo argentino y que hacía más de 1 año que no lo veía y me llevé una sorpresa y una buena alegría. Está bien el pibe y se le ve bien alimentado y con esa cara de salud que solo se tiene cuando uno está contento.
También pensé que tengo varios amigos argentinos y eso debe tener un porqué, pues nada es casual en este mundo. No tienen nada que ver unos con los otros, pues cada uno es un mundo diferente, salvo el acento matraca argentino y que por cierto me encanta y es que me parece como muy envolvente. Se´buscan la vida los argentinos y se la buscan bien buscada, son supervivientes natos y están acostumbrados o ese es el remedio que les queda, a vivir en los sitios más difíciles y un argentino, como un buen gallego, pueden aparecer hasta en la cara oculta de la luna.
Y a lo mejor es eso lo que me une a los argentinos, el espíritu de supervivencia, pues yo soy gallego y he vivido en tres rincones de España: Galicia, Cádiz y Menorca. Me falta el cuarto, el punto más al Norte. Tengo un gran amigo en Argentina y que estuvo viviendo aquí unos largos años y lo añoro y lo echo de menos. Sé que está bien y eso es lo que importa y me tiene amenazado con que a lo mejor éste año aterriza por aquí de nuevo. ¡Ojalá!.
Los dos supervivimos en A Costa da Morte (Galicia) y creo que sobrevivimos a varios inviernos eternos, como eran allí los inviernos y gracias a él, caímos un día en Cádiz, en los Carnavales en concreto y sin saber que a partir de ahí cambiaría mi vida, pues ya me quedé atrapado en las redes de Cádiz. Aunque todo hay que decirlo, tiran más dos tetas que dos carretas y eso también me pasó, que me quedé enganchado de dos tetas. Ahora ya es agua pasada, pero ese recuerdo ya nadie me lo quita, ni ese ni ninguno, es de lo poco que puedo decir y con la boca grande: ¡eso es mío! y no de un Banco
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También pensé que tengo varios amigos argentinos y eso debe tener un porqué, pues nada es casual en este mundo. No tienen nada que ver unos con los otros, pues cada uno es un mundo diferente, salvo el acento matraca argentino y que por cierto me encanta y es que me parece como muy envolvente. Se´buscan la vida los argentinos y se la buscan bien buscada, son supervivientes natos y están acostumbrados o ese es el remedio que les queda, a vivir en los sitios más difíciles y un argentino, como un buen gallego, pueden aparecer hasta en la cara oculta de la luna.Y a lo mejor es eso lo que me une a los argentinos, el espíritu de supervivencia, pues yo soy gallego y he vivido en tres rincones de España: Galicia, Cádiz y Menorca. Me falta el cuarto, el punto más al Norte. Tengo un gran amigo en Argentina y que estuvo viviendo aquí unos largos años y lo añoro y lo echo de menos. Sé que está bien y eso es lo que importa y me tiene amenazado con que a lo mejor éste año aterriza por aquí de nuevo. ¡Ojalá!.
Los dos supervivimos en A Costa da Morte (Galicia) y creo que sobrevivimos a varios inviernos eternos, como eran allí los inviernos y gracias a él, caímos un día en Cádiz, en los Carnavales en concreto y sin saber que a partir de ahí cambiaría mi vida, pues ya me quedé atrapado en las redes de Cádiz. Aunque todo hay que decirlo, tiran más dos tetas que dos carretas y eso también me pasó, que me quedé enganchado de dos tetas. Ahora ya es agua pasada, pero ese recuerdo ya nadie me lo quita, ni ese ni ninguno, es de lo poco que puedo decir y con la boca grande: ¡eso es mío! y no de un Banco
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