
Mis metáforas no son centellas,
son solo pensamientos
o son estrellas fugaces,
y son solo apuntes de mis clases,
pues cuando pienso, sé que vivo,
y cuando toco, sé que siento,
y cuando respiro y oigo y trago,
sé que también sigo vivo,
por tanto yo soy mi propia metáfora,
y soy el porqué de mi existencia,
y tengo cuerpo y tengo alma,
y tengo dos ojos que me iluminan,
o eso es lo que quiero pensar,
que soy un iluminado
o un tocado por una mágica varita,
y que de mi salen palabras y palabras,
y pensamientos escritos,
algunos claros y evidentes,
y otros, retorcidos por mi mente,
y que tienen un nexo,
o un punto en común,
que soy yo y mi cuerpo,
y éstas dos manos que escriben impacientes,
y esos dedos que se confunden con frecuencia,
y esa mente clarividente,
y ese empeño,
y esa perseverancia,
y esa voluntad de hierro,
y que hacen que mis pensamientos,
se transformen en palabras,
y al final, siempre me pierdo,
y me pierdo entre comas, puntos finales,
y entre bellos parajes
y en donde solo crecen las flores con las letras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario