SOÑAR DEMASIADO

Yo era de esas almas cándidas que pensaba que cuando se quiere, se quiere para siempre. Claro que pronto aprendí que no, que no era cierto y que el amor dura lo que dura y después solo quedan los hábitos o el esqueleto de lo que fue. La energía, la fuerza y los sentimientos se van como vinieron y de un día para otro. Bueno y en parte es lógico, pues el querer o amar es un sentimiento que no se puede mantener durante mucho tiempo, pues hay tanta subjetividad en él, que si mantiene en el tiempo, te vuelve loco. No se puede aguantar toda tú vida colgado como un piojo. Y es que es más, tú al principio te cuelgas de alguien a quien no conoces y medida que la vas conociendo, te vas enamorando más, pero una vez que completas éste círculo de conocimiento, se cae el telón y con él, el enamoramiento.

Lo malo sabemos que dura y que dura más que lo bueno. Y lo bueno para que sea bueno debe durar una corta fracción de tiempo y porque sino pasa a ser mediano o malo. Se puede vivir mucho tiempo en la medianía, incluso toda la vida, pero eso sí, nadie reconocerá que su vida es llana y mediana. Y esto pasa por miedo, miedo a romper, miedo a lo inestable, miedo en fin, a salir de nuevo a la calle. Pues durante todo ese tiempo que duró la relación, estableces fuertes vínculos de pareja y te vas aislando del entorno.Y volver a salir al mundo no es fácil y sobre todo no lo es, porque la sociedad está montada para vivir sólo en familia y fuera de ella, casi no hay alternativas.

Y de ahí viene que la gente se busque la vida a través de contactos por Internet. Dado el aislamiento que hay, es una opción, aunque sigo pensando que no es la mejor opción. Pero bueno tampoco estamos los divorciados para salir en pandilla y ponernos a bailar debajo de los pinos. O para hacer guateques cuando se vayan los padres, empezando porque a lo mejor los padres ya son estrellas del firmamento y acabando
porque yo no sé bailar agarrado. Agarrado se dice cuando bailas agarrado a alguien y yo si me agarro a alguien, me agarro y ¡joder! si me agarro, pues después no sé como soltarme. Supongo que será después de un polvo, claro, que es el mejor antídoto contra el pegamento entre dos cuerpos. Pero eso ya es soñar demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR