LA RIQUEZA DE LAS COSAS

Pues ya choricé unas fotos más y éstas fueron de Menorca. Ya no sé donde buscar fotos, pues al ritmo que escribo no me da tiempo a buscarlas nuevas y hay algunas que voy repitiendo de vez en cuando. Si van más de 2.500 escritos necesito ese mismo número de fotografías y siempre voy por detrás y porque lo que a mi me gusta es escribir y lo de las fotos también me gusta, pero ¡hostia! que no me da tiempo a todo. Si alguien se animara a mandarme fotos, no sabe como se lo agradecería, pues las fotos siempre son un buen complemento a lo escrito y a veces hasta una buena foto dice más que mil palabras escritas, pero también es verdad lo contrario, que una buena foto y tomada en un momento determinado y con su luz estudiada, da una imagen concreta y que puede ser alucinante y después cuando tu vas a ver ese sitio, te llevas un palo que no veas.

Pero eso pasa con todo. Yo doy una imagen y la doy a través de lo que escribo y puedo parecer mordaz y entrañable y cariñoso y después viene alguien que me conoce por lo que escribo y dice, que yo no soy el mismo y por no decir, que soy un mierda

. Pues si lo soy, soy el mismo que escribe tantas paridas y que de vez en cuando se le va la olla y que se enternece con cualquier cosa o que odia o que se cabrea, y en general, que dice lo que piensa. Y ahí está mi único mérito, que digo lo que pienso y sin tapujos. Y sé que corro riesgos y algunos lo interpretarán mal y se mofarán de lo que digo, pero eso es igual, pues diga lo diga, me pondrán igualmente del revés y de vuelta y media.

¿Y porqué me da igual?. Pues porque a éstas alturas ya no me importa lo que digan. Me importó y mucho durante muchos años y ese sí que es un problema, el depender en exclusiva de lo que te digan. Ahora claro que me importa lo que me digan, pero la diferencia está en que lo que escriba no va a depender en exclusiva de lo que me digan, puede influir, pero como yo tenga una cosa clara ya puede venir el Papa y  montado en su papamóvil y a decirme lo contrario, que yo haré lo que me parezca más pertinente o más impertinente, que no todo va a ser legal y medido. En mí hay más de ilegal que de lo contrario y me encanta hacer equilibrios por el borde de lo no permitido y porque sino todo sería un puto aburrimiento. La riqueza de las cosas siempre están en su parte de atrás y no en la que nos muestran.