Es verdad que yo recuerdo más mis tiempo de universitario, que de mi en teoría, dichosa infancia. Supongo que será porque el todo incluido de mi infancia, no fue tan positivo. O sea de mi paquete infantil, me quedo con cosas preciosas y bonitas, pero hay otras que es mejor olvidar. ¡Mejor olvidar!
, qué quimera, si de lo que quieres olvidar, nunca te olvidarás. Por tanto como todo se mezcla, lo bueno y lo malo, el resultado final no es tan ideal. Tampoco es que yo fuera un angelito bueno y con cara angelical, pues yo fui rebelde sin causa y digo sin causa, pues de chaval es difícil encontrar una causa determinada por la que luchar.
De chaval las causas son generalizadas y porque aún no tienes ese poder de sintetizar las cosas en una o en dos. De chaval vas a todo de cara y entonces también llevas las hostias en la misma cara. De chaval no hay estrategias que valgan, vas a muerte sin más. Y así me las dieron a mi, me las dieron hasta en el carnet de identidad. O sea que no vale ese rollo pastelero del pobrecito de mí, pues muchas de las hostias que recibí me las gané a pulso y por méritos propios.
Yo sacaría un empate a puntos entre mi Madre y yo. Porque yo le salí rana, pero rana rana y la verdad es que no le hice puñetero caso a sus consejos maternos. Y eso que ella era pertinaz y daba unas hostias que es mejor no contar. Pero eso sólo les pasa a los tarugos como yo, que cada hostia que reciben les da más fuerza. O sea que no había castigo que me ablandara, no había hostias que me doblegaran, yo seguía en mis trece y así hasta morir. Y así me fue, recibí por todos lados, pero aún así conseguí mantenerme en pie y con la frente bien alta. Y ahora, la frente aún sigue alzada y además sigo siendo el mismo niño que ayer.
, qué quimera, si de lo que quieres olvidar, nunca te olvidarás. Por tanto como todo se mezcla, lo bueno y lo malo, el resultado final no es tan ideal. Tampoco es que yo fuera un angelito bueno y con cara angelical, pues yo fui rebelde sin causa y digo sin causa, pues de chaval es difícil encontrar una causa determinada por la que luchar.
De chaval las causas son generalizadas y porque aún no tienes ese poder de sintetizar las cosas en una o en dos. De chaval vas a todo de cara y entonces también llevas las hostias en la misma cara. De chaval no hay estrategias que valgan, vas a muerte sin más. Y así me las dieron a mi, me las dieron hasta en el carnet de identidad. O sea que no vale ese rollo pastelero del pobrecito de mí, pues muchas de las hostias que recibí me las gané a pulso y por méritos propios.Yo sacaría un empate a puntos entre mi Madre y yo. Porque yo le salí rana, pero rana rana y la verdad es que no le hice puñetero caso a sus consejos maternos. Y eso que ella era pertinaz y daba unas hostias que es mejor no contar. Pero eso sólo les pasa a los tarugos como yo, que cada hostia que reciben les da más fuerza. O sea que no había castigo que me ablandara, no había hostias que me doblegaran, yo seguía en mis trece y así hasta morir. Y así me fue, recibí por todos lados, pero aún así conseguí mantenerme en pie y con la frente bien alta. Y ahora, la frente aún sigue alzada y además sigo siendo el mismo niño que ayer.
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