MÁQUINAS

De la sociedad del papeleo pasamos a la sociedad del ordenador. Ahora disminuyen los papeles, pero se incrementan las gestiones por internet. Y no se dan cuenta los funcionarios que hacen los papeles, que les están quitando poco a poco su puesto de trabajo y porque cada vez hay más máquinas dispensadoras de gestiones. Pero también pasa con otras profesiones y entre ellas está la mía. Yo me doy cuenta que de cada vez uso menos el fonendoscopio y porque ya hay dedal que te da el como satura esa persona y las pulsaciones que tiene. Y ya no se explora tanto, ni se toca, ni se palpa, se hace, pero de cada vez se hace menos.

Pero es verdad que hay más aparatos que lo miden todo y sin necesidad de que lo haga un médico. Pero aún así mi profesión no la veo en peligro o por lo menos no la veo tanto como en otra profesiones. Porque todas las que funcionan a base de papeleos tienen el tiempo contado. Les ponen en principio una máquina al lado y suele pasar que esa máquina gestiona mejor que la propia persona, pues te quitas la subjetividad de encima y los prejuicios del otro. Claro que esto pasa cuando todo va rodado, pues cuando se complica es cuando se reclama a la persona y al carajo la puta máquina.

En lo mío y de momento no hay máquina que valga. Hay muchas pero todas son limitadas y entonces ninguna es fiable. Porque por ejemplo, en el trabajo yo tengo un monitor que lee los electros y si fuera por él, ya todos hubiéramos tenido un Infarto. Porque como pasa en todo, a un electro hay que saber leerlo en el contexto determinado. Y en ese contexto hay un montón de variables que los máquinas de momento no pueden medir, el aspecto físico, el como describe su dolor, el por donde le irradia y el nosecuantas cosas más y que todas juntas te orientan el por donde van los tiros..

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JULIO CORTÁZAR