RECADITOS

Bueno, pues ya estamos de vuelta, de vuelta y media, mejor dicho. Ya hice unos cuantos papeleos y no sé si me quedé satisfecho o no, tendré que preguntárselo al otro Bruno, al que piensa que siempre merece la pena, hagas lo que hagas o sea al Bruno positivista. Pero también es cierto que tengo una razón poderosa para estar contento: Hacienda me devolvió la pasta gansa y por tanto no soy millonario pero me queda menos para serlo. Bueno una buena noticia bajo la viña del señor.

Lo demás es lo de siempre, puñetero papeleo y unas buenas dosis de paciencia. Una que si me falta esto, la otra que si me falta lo otro y ahora tendrás que ir  aquí y después allá y de nuevo vuelves aquí y te recibiré con los brazos abiertos y en pelotas en la cama. ¡Y una mierda!, pues estoy seguro que algún papel no hacía falta, pero si tú estás predispuesto y solo piensas en que a éste tío le falta algo, pues seguro que te encuentran el papel que no tienes. Predisposición genética, le llaman, predisposición para joderte y no metafóricamente.

La mañana de todas formas ha sido productiva, pero aún así no acabé con el papeleo. Mañana tengo otra dosis mañanera. Las cosas de palacio van despacio y es mejor que te den por el culito poco a poco antes de que te la metan de un tirón y hasta el fondo y por eso de los desgarros. Poc a poc, como se dice aquí y tú mientras tanto pensando que no puede haber más poc a poc que el que hay en ésta Isla, en donde todo transcurre demasiado lentamente. Pero viene el Bruno positivo y dice: que si estuviera en una gran ciudad no habría hecho ni la mitad del papeleo. Y tiene razón éste Bruno y cuando la tiene hay que dársela y punto.
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