EL EFECTO MASA

La verdad es que hoy no estoy cargado de ilusión, hoy estoy cansado y un poco bajo de moral y sólo me mantiene en vilo, el hecho de comenzar hoy mis vacaciones. Vamos que tampoco estoy jodido y esas cosas, estoy bien, pero con pocas ganas de escribir y eso para mi, es preocupante. De todas formas estoy convencido que tendrá que llegar un momento en que todo se calme y se apacigüe, o sea que todo vuelva a su sitio y que seguiré escribiendo, pero de otra forma o con la misma, pero dedicándole otros tiempos.

Porque de momento yo quiero seguir escribiendo los pensamientos diarios y porque estoy seguro que aún quedan muchos, vamos que pienso que son infinitos, pero el infinito no soy yo y por eso voy reclamando un cambio y lo reclamo por mi salud mental y corporal. La caña que me meto para escribir, la tengo que repartir entre varias tareas. Yo pensaba que se podía hacer de todo y que mi energía era infinita y no lo es, es limitada. Entonces lo que necesito es primero descansar y en segundo lugar, replantearme el reparto de mi tiempo.

Para eso estamos en vacaciones, ¡joder! para comerme más el coco. En cambio de dedicarme a los deportes naúticos y a ligar como un poseso, pues nada, me dedico a rebanarme las cuatro neuronas que me quedan. Muchas veces pienso, que tengo un tumor dentro de mi cerebro y que su crecimiento me produce el efecto masa, que no es otro que el comprimir poco a poco las áreas más sensibles de mi cerebro y por eso, mis alucinaciones van cambiando y a la vez van aumentando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR