Sí, yo presumo de humanidades y de que entiendo de sentimientos y en cambio soy un trozo de carne de desguace. Todo porque aquí en donde vivo, hace un calor del carajo y llego a mi casa y me encuentro al perro saltando de desesperación y como muchas veces lo hace y solo para quedarse como un señor en el salón, pues no le hice puto caso y me dije, el perro ahí en su sitio y yo en el mío. Pues a continuación, las veces que le vi de cada vez estaba como más loco y por fin le abrí la puerta y el tema era que estaba muerto de sed sedienta.
Se bebió dos cacharros de agua y al mismo tiempo que se los bebía aumentaba mi sentimiento de culpabilidad. y me decía: "tío serás hijo de puta". Aún así el pobre perro se le olvidó rápido mi afrenta y rápidamente se acomodó en mi salón y menos mal. Al final y dado mi perspicaz diagnóstico, el perro consiguió sus dos fines, beber y quedarse en el salón. Y ante éste ejemplo ¿qué voy a decir?, que me confundí en mi diagnóstico y santas pascuas.
Bueno tampoco es cuestión de hacerse el harakiri y abrirme como un melón, pero si para reflexionar un poco y así para darme cuenta de que no soy el Capitán América. Que tengo mis fallos y que tengo mis deslices y bueno es saberlo y bueno es reconocerlo. A mi me engrandecen éstas historias, me hacen sentirme más humano y también más ruin y sucio, son sen
timientos encontrados. Prefiero la debilidad de la carne, que la belleza perfecta, prefiero tocar suelo que flotar entre las nubes. Prefiero tocarme los huevos a que me los toque alguien que no sabe. Ahora si sabe, pues está claro que prefiero lo contrario. ¡Me encanta lo didáctico que soy!.
Se bebió dos cacharros de agua y al mismo tiempo que se los bebía aumentaba mi sentimiento de culpabilidad. y me decía: "tío serás hijo de puta". Aún así el pobre perro se le olvidó rápido mi afrenta y rápidamente se acomodó en mi salón y menos mal. Al final y dado mi perspicaz diagnóstico, el perro consiguió sus dos fines, beber y quedarse en el salón. Y ante éste ejemplo ¿qué voy a decir?, que me confundí en mi diagnóstico y santas pascuas.
Bueno tampoco es cuestión de hacerse el harakiri y abrirme como un melón, pero si para reflexionar un poco y así para darme cuenta de que no soy el Capitán América. Que tengo mis fallos y que tengo mis deslices y bueno es saberlo y bueno es reconocerlo. A mi me engrandecen éstas historias, me hacen sentirme más humano y también más ruin y sucio, son sen
timientos encontrados. Prefiero la debilidad de la carne, que la belleza perfecta, prefiero tocar suelo que flotar entre las nubes. Prefiero tocarme los huevos a que me los toque alguien que no sabe. Ahora si sabe, pues está claro que prefiero lo contrario. ¡Me encanta lo didáctico que soy!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario