LA CAJA PINO

Las 7 de la tarde y ya mis pensamientos se van hacia que tengo que currar ésta noche y ya se jodió el invento. Bueno es una reflexión que tengo que hacer muchas veces y por tanto ya debía estar acostumbrado. Pero a lo malo nunca se acostumbra uno, a lo bueno si que cambia la cosa y llega a ser un vicio hasta sano. No sé, quizá debía vestirme de luto e ir al curro de negro impoluto y negros son mis pensamientos y más negro es mi futuro.

Como en mis viejos tiempos y en que una vez chorizamos un coche de los muertos y no llegamos ni a 50 metros, pues nos mandó parar la pasma. Por cierto yo ejercía de muerto e iba en la caja pino metido, pero en cambio, en  cuanto vimos a la policía fui el primero en salir del coche funerario y todos corriendo y ninguno pillado, libres y vivos. Menuda panda de cafres, eran tiempos de revoluciones y a veces y como veis, de hacer tonterías.

Pues nada, que ahora voy a por un coche fúnebre y con mi precioso traje negro, seguro que doy el pego. Pero ésta vez de conductor, que ahora meterme en la caja pino de un muerto me da yuyu. Como cambian las cosas con los años, antes me importaba un carajo ese asunto y si hacía falta me metía en la caja pino con el muerto incluido y en cambio ahora me entran sarpullidos de sólo tener ese pensamiento.

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JULIO CORTÁZAR