Bueno, pues el anterior escrito, el de la teta educativa, iba por otro tema y era que como un tío bien educado que soy, primero debía dar, ¡las buenas tardes!. Pero como yo me enrollo como una persiana y me pierdo por las selvas africanas, cuando quiero pensar en lo que quería decir y en el porqué había empezado ese escrito, pues me quedo en blanco satinado y me meto por el primer camino que veo. A mi me gusta hablar y me gusta que me presten la atención adecuada, como supongo, que a casi todos.
A todos no, porque hay gente que no le gusta expresarse con palabras y prefieren los largos y tensos silencios y como ellos tiene trabajado el tema, aguantan en silencio hasta la extenuación y al final, eres tú el que rompes ese silencio y entonces te miran con aire displicente y de perdona vidas, y todo porque tú no sabes aguantar en silencio. En cierta forma te ven como si fueras un débil y un débil por no saber dominar el silencio. Que ya sé que el silencio también tiene sus tablas, pero la pregunta es: ¿porque alguien queda con gente en la calle o un bar y con música a todo trapo y después te desprecia con el silencio?.
Pues digo yo, que en su casa estaría mejor, todo en silencio sepuscral y acompañando a sus telarañas y candelabros y claro, un gato, un gato negro que encaja perfectamente dentro de su cuadro gótico. Antes la personas así, me cohibían y por tanto, me cortaban y no me sentía cómodo en su compañía y en cambio ahora, me dan por el mismísimo culo, pues yo sigo hablando como si no estuvieran y ya sabemos que el ignorar es el peor desprecio que existe. Pero es que ellos se lo ganan a pulso.
A todos no, porque hay gente que no le gusta expresarse con palabras y prefieren los largos y tensos silencios y como ellos tiene trabajado el tema, aguantan en silencio hasta la extenuación y al final, eres tú el que rompes ese silencio y entonces te miran con aire displicente y de perdona vidas, y todo porque tú no sabes aguantar en silencio. En cierta forma te ven como si fueras un débil y un débil por no saber dominar el silencio. Que ya sé que el silencio también tiene sus tablas, pero la pregunta es: ¿porque alguien queda con gente en la calle o un bar y con música a todo trapo y después te desprecia con el silencio?.Pues digo yo, que en su casa estaría mejor, todo en silencio sepuscral y acompañando a sus telarañas y candelabros y claro, un gato, un gato negro que encaja perfectamente dentro de su cuadro gótico. Antes la personas así, me cohibían y por tanto, me cortaban y no me sentía cómodo en su compañía y en cambio ahora, me dan por el mismísimo culo, pues yo sigo hablando como si no estuvieran y ya sabemos que el ignorar es el peor desprecio que existe. Pero es que ellos se lo ganan a pulso.
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