EL DIOS EÓLO

Yo creo que estos temporales, como el que ha pasado por ésta Isla y con vientos de más de 100 kilómetros, vienen muy bien para despejar las mentes de tanta mierda acumulada. Vienen muy bien, mientras se mantengan dentro de ese punto de temporal de viento, porque si ya fueran galernas, ciclones y tsunamis, no creo que se pudiera sacar algo positivo y por el simple hecho, de que dominaría su aspecto más destructivo o más catastrófico.

Pero el viento desatado hasta cierto punto, limpia por fuera y también limpia por dentro y además te recicla, pues se lleva tú mierda mental con él y no tienes necesidad de tirarla en una bolsa de basura. Al dios Eolo le pasa eso, que de vez en cuando se agarra unos cabreos bestiales y se pone a soplar todo descontrolado. Se lleva todo por delante y además altera al mar en calma y lo encrespa y lo pone loco del coco. Pero así son los fenómenos naturales y el Viento y Yo, somos una parte de ellos.

De todas formas, hay que reconocer que hacía falta una limpieza de cerebros en ésta Isla y yo estoy de primero en la lista. Necesitaba que las ideas se renovaran, que los viejos sentimientos se transformaran en algo más productivo, que tuviera más espacio, que los muebles de mi cabeza se ordenaran, en fin, que necesitaba un mucho de aires nuevos y relucientes. Pero eso sí, hay algo que no se borró de mi cabeza y es que sigo teniendo la misma necesidad de echar un polvete, un polvete sólo y a tirar millas.Y así empezaría en plan grandioso mis vacaciones navideñas.