¡Buenos días!. Hoy tendría que ser por definición uno de los días más felices de mi vida. Ha acabado otro ciclo vital, mi particular maratón de guardias. Y ésta mañana cuando cogía mis bártulos del curre lo pensaba, ¡joder! tengo que estar contento y feliz como una perdiz, pero realmente no lo estaba, supongo porque en el fondo aún no me lo creía. Y han tenido que pasar dos horas, una buena ducha, un sabroso desayuno y una cagada perfecta, para empezar a creer que el mundo puede funcionar sin mis conocimientos médicos.
Por tanto, empiezo a sentirme tan libre como la Gaviota que vimos ayer en plena carretera y con vientos huracanados de más de 100 kilómetros. A la ambulancia le costaba mantenerse recta y para que fuera por su carril era una guerra a volantazos y en una recta ocurrió el milagro o era el preludio de que iba a pasar algo.Una Gaviota se posa a 50 metros de nosotros y pica algo que quiere levantar, pero su intento es en vano y como mucho consigue levantarse 50 centímetros del suelo, pero ahí se quedó, batiendo sus putas alas y es cuando vemos, que lo que llevaba en su pico, era una rata más grande que un gato. Y en vista que la tía no podía con su asquerosa pieza, tuvimos que recurrir al freno. Y por fin la carroñenta Gaviota soltó la puta rata y se echó a volar batiendo sus alas, y así pudimos proseguir nuestro camino hacia el paciente que tanto nos requería y que tanto nos necesitaba.
Y esta imagen tan surrealista y un tanto asquerosilla, ¿no estará sacada de un puto sueño? y yo en realidad iba dormido y roncando como un cerdo. Y después hay quién dice que quiere ser libre como una Gaviota, pues coño que también se lleva la rata en el mismo lote. La verdad, es que pienso que son dos variedades de ratas, una anda por las alcantarillas de la vida y a la otra dios le dotó de alas y vuela revoloteando los basureros. ¿y quién dijo que las Gaviotas no eran carnívoras?.
Por tanto, empiezo a sentirme tan libre como la Gaviota que vimos ayer en plena carretera y con vientos huracanados de más de 100 kilómetros. A la ambulancia le costaba mantenerse recta y para que fuera por su carril era una guerra a volantazos y en una recta ocurrió el milagro o era el preludio de que iba a pasar algo.Una Gaviota se posa a 50 metros de nosotros y pica algo que quiere levantar, pero su intento es en vano y como mucho consigue levantarse 50 centímetros del suelo, pero ahí se quedó, batiendo sus putas alas y es cuando vemos, que lo que llevaba en su pico, era una rata más grande que un gato. Y en vista que la tía no podía con su asquerosa pieza, tuvimos que recurrir al freno. Y por fin la carroñenta Gaviota soltó la puta rata y se echó a volar batiendo sus alas, y así pudimos proseguir nuestro camino hacia el paciente que tanto nos requería y que tanto nos necesitaba.Y esta imagen tan surrealista y un tanto asquerosilla, ¿no estará sacada de un puto sueño? y yo en realidad iba dormido y roncando como un cerdo. Y después hay quién dice que quiere ser libre como una Gaviota, pues coño que también se lleva la rata en el mismo lote. La verdad, es que pienso que son dos variedades de ratas, una anda por las alcantarillas de la vida y a la otra dios le dotó de alas y vuela revoloteando los basureros. ¿y quién dijo que las Gaviotas no eran carnívoras?.
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