Claro que me gustaría tener alas
para volar o para soñar que vuelo
y tener alas para rasgar las telarañas del tiempo,
para volver hacia atrás y hacia delante,
y en un viaje constante y alucinante
así podría deslizarme por ese agujero negro que une el antes y el después,
y no salir nunca de ese bucle interminable,
pero a veces, tengo terror y miedo,
porque para volar hay que amar el vacío.

No hay comentarios:
Publicar un comentario