Se me agolpa todo,
y todo se me apelmaza y me hace denso y pesado.
Se me agolpan las cosas que veo,
y las que toco y las que siento.
Se me agolpan los viejos recuerdos,
y se me mezclan con los nuevos.
Se me agolpa tu cara, tus pechos,
tu risa, tus labios,
y al mismo tiempo,
se me agolpan paisajes, fotos,
playas y ríos.
Todo se mezcla
en una bomba de relojería,
y al final explotará de insoportable que se hace.
Se me agolpan los tres mares en los que viví,
y al mismo tiempo
se me agolpan las vivencias de un día gris.
Se me agolpa el mar y su cadencia,
y el viento con su eterno silbido de encantador de serpientes.
Se me agolpan tantas cosas,
y todas tan distintas,
que temo y cada día lo temo más,
que mi cerebro limitado por mi cráneo,
no pueda más y reviente
o estalle en mil cohetes a la vez,
pues es tanto lo que me queda pendiente,
que hasta puede
que mi cerebro y neuronas, por fin, digan :
¡basta ya!,

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