ESPERAR...

 

La vida puede esperar...
pero yo no,
yo no puedo esperar,
no sé esperar,
no conozco la paz de la espera,
ni el tacto de su tibia mano,
ni a que huelen sus células más superficiales,
ni conozco sus suspiros desesperados,
ni su aliento de humo y vaho en una tarde otoñal...
y es una pena...y es una pena...
porque mientras espero,
me estoy dando cuenta 
que poquito a poco me voy desesperando.


 





















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JULIO CORTÁZAR