Ahora todo es más difícil
los reflejos van pidiendo un descanso
los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes
la vista pide auxilio
el tacto se hace más áspero
y se echa de menos la suavidad de aquella piel joven, suave y
tersa
pero no todo se te pone en contra
y porque la vejez también tiene sus otras cosas
y por ejemplo,
disfrutas más de los pequeños momentos.
Hoy por ejemplo
recuperé a un viejo y muy querido amigo
cerca de 20 años sin vernos
sin saber si vivía o no vivía
acordándome de él cada día
y acostándome con la idea
de que quizá en la otra vida nos veríamos...
Fue una sensanción maravillosa oír su voz de siempre
y digo de siempre
y porque todo envejece menos la voz
o es que la voz envejece a otra velocidad
y se hace vieja cuando ya estás bajo tierra.
Que delicia escuchar su tono de voz
saborear sus pausas y respiraciones
hablarnos de como nos ha ido, de como nos va
y de como puede que nos vaya...
En fin,
ha sido un pequeño y delicioso momento
que gracias a la magia
solo he sentido la punta de un iceberg.





















