CALVOS (Reflexión postpandrial)

Ahora el hambre empieza a apretar y es que son las 15,20 y creo que ya es hora de comer, ¿no os parece?. Y es que escribiendo el tiempo vuela. Ya está, ya estoy servido y complacido, ya mi estómago se ha calmado y ahora estoy pensando en una pequeña o diminuta siesta, no mucho, que si no pasa lo de siempre, que a la noche cuesta dormir y mañana toca madrugar. He puesto el aire y esto es otra cosa, ya empezaba a sudar y la cabeza me empezaba a brillar como les pasa a todos los calvos. Es curioso que encima de calvo, se te encienda la bombilla de tú cabeza o sea que la calvorota te brille y se ilumine. Ya lo decía refrán: "encima de burros apaleados". Pero bueno a éstas alturas, lo de la calvicie no me significa ningún problema y es más la reivindico, que remedio, pensareis, pues eso que remedio, pero es así, o la asumes como tuya o te cubrirás de complejos y los complejos, creo yo, que no sustituyen al pelo.

                                            Y yo no estoy por la labor de los peluquines, ni por dejarme crecer el poco pelo que tengo y después poner la raya a un lado y pasar la plasta para que cubra la calvicie. Es tema es opcional y cada uno puede hacer lo que le da la gana, pero yo digo lo que pienso y pienso que la calvicie es mejor desnudarla. Siempre queda la posibildad de realizar un transplante de pelo y por ejemplo trasladar los pelos del culo o del sobaco al cuero cabelludo, claro que si antes tenías el pelo liso, ahora lo tendrás rizado, pero supongo que serán detalles menores o inmundicias dentro del asunto del transplante.

                                          Y después que el transplante no falle, como le pasó la primera vez a Elton John y que tuvo que repetir el transplante y ésta segunda vez, creo que lo hizo de pelo en pelo y  cada pelo costaba unos 1.000 euros. pero quedó guapo el Elton, guapo dentro su pinta de hortera relamido. Un buen prototipo de rockero de estampita y al lado su princesa del pueblo, la Diana de gales y lo veo a él cantando en el funeral de ella, con su voz engolada y almidonada y con las lágrimas a punto de brotar. No sé quién era peor, él o ella o ella que él, que más da el orden, los dos insoportables e infumables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR