PESADOS (Realidad palpable)

Dios le da pan a quién no tiene dientes y es más le da pan duro. Después vendrá el papa de turno y nos explicará que Dios lo hace, por hacer un favor a sus fieles, y que el fin del pan duro, es para que se fortalezcan las encías, igual que el Binaca. Vamos a ver, dios lo tiene todo pensado y todo lo que hace, lo hace por nuestro bien, que sois unos mal pensados. Y al que tiene dientes le da pan bimbo, suave y tierno. Son contradiciones, que yo no he descubierto, pues ya vienen reflejadas en el refranero popular. Es como otro refrán que dice: "que va tanto el cántaro a la fuente que siempre se rompe" o algo así, dice. Pero el significado es claro y meridiano, a los pesados les salen las cosas, pero a fuerza de tanta insistencia, llega un momento en que ya no consiguen nada. Gente pesada, las hay por todas partes, gente insistente y con pensamiento único, jartible, como se dice en Cádiz.

                                       Hay gente pesada que al final resulta graciosa y supongo que será porque en el fondo no son tan pesados. Porque los pesados de verdad son un punto y aparte, son ombligos con dos patas, son obsesivos compulsivos. El pesado ya se despierta con su teima (obsesión) y planifica el día bajo el prisma de conseguirla y el resto del día el mundo sigue dando vueltas y en su cabeza sólo da vueltas su teima. Todo lo que hablen o lo que hablen los demás, siempre acaba en lo mismo, en su tema obsesivo. Todos sus pensamientos son como afluentes que confluyen en un mismo río, el rio que lleva sus obsesiones. Al final de tanto mandarlo al carajo te acabas tú desquiciando, pues los obsesivos tragan como ranas, están acostumbrados a que se les mande de paseo y en cambio tú, no lo estás. Y aquí te quedan dos posturas: una que tú te vayas al carajo y directamente a casa y otra que simplemente, le mates.

                                              Y no penseis en una tercera alternativa, por ejemplo que tú te pongas más pesado que él, pues siempre saldrás derrotado. Tú ves a las personas de tú alrededor, ves sus caras, ves sus gestos, ves sus miradas y en cambio el obsesivo no ve nada, sólo ve su ombligo y lo que él necesita. por tanto la actitud de ser más cansino que él, es una táctica equivocada, siempre perderás, seguro. Yo creo que la opción está entre empalarlo o desollarlo, las dos son igual de válidas y efectivas, porque quemarlo, da un mal olor que no veas y además te hace perder demasiado tiempo. Hombre también cabe la posibilidad de torturarlo, igual que él te ha torturado a tí, pero para eso tienes que tener un sitio adecuado y no siempre se tiene, aparte de que corres el riesgo que el tío te salpique con su sangre y entonces, aparte de mancharte, puedes contagiarte.

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JULIO CORTÁZAR