TRUEQUE (Confesión)

Martes 30 de Julio y los minutos pasan y las horas y los días y los meses, y todo a velocidad infinita. Malos presagios tengo por delante, mal mes de Agosto me espera y no es en plan llorada es una realidad palpable. Por razones que no vienen a cuento contar aquí, se me han ido los inquilinos de mi casa y me he quedado en pelota picada, tal cual como salí al mundo. Y lo peor es que tuve que devolver la pasta que ya no tenía y eso me hace de nuevo estar en menos cero o sea ahogado y a punto de quebrar y por tanto de cerrar el chiringuito.

                               Y en esto no hay consuelo posible, hay desilución y un fuerte dolor agudo, hay un grito animal que me desgarra por dentro, hay desazón, hay signos de rabia y gracias a ésta, a la rabia, aún queda un rescoldo de ganas de seguir luchando. Pero es verdad que me cuesta sacar la rabia, pues me siento tan hundido en el pozo y tan dentro de él, que esa luz que se dice que hay al final del túnel, yo aún no la veo. De momento palpo las paredes de mi alrededor y estoy reconociéndome o sea valorando los daños que he sufrido y creo que han sido muchos y algunos cuasi mortales. Pero en todo pozo hay un fondo y con mis pies ya lo toco y es eso, el tocar fondo, lo que me hace levantarme.

                                 Hoy voy a ver de nuevo la casa y valorar las razones de la desfeita, que es reparable, pero de nuevo a base de curre y de deslomarse días enteros. Es como ir a valorar el campo de batalla después del combate, enterrar a los muertos y contarlos, reparar a los heridos y atenderlos y lo peor de todo, es ir a ver como ésta vez has salido derrotado. Siempre hay imprevistos o sorpresas, que surgen cuando menos lo piensas y como decía en otro escrito, la mayoría de las sorpresas suelen ser negativas y normalmente te pillan en pelotas.

                                Ahora me toca recomponer y analizar las causas, mucho análisis pero la pasta ha desaparecido y ese pensamiento y teniendo en cuenta el momento de crisis en el que vivimos, se hace un pensamiento envolvente y llega a convertirse en obsesivo. La pasta, la vil pasta, la que no te soluciona la vida, pero te quita de muchos problemas y eso es lo que yo quería, que la pasta me aliviara un poco, porque el resto ya lo pondría yo por mi cuenta y os lo juro que lo pondría sin problemas, de ganas de vivir voy más que sobrado. Si quereis hacemos un trueque, yo pongo las ganas de vivir y vosotros al cambio, poneis la pasta que me falta. ¿O es que las ganas de vivir no entran en el mercado?.

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JULIO CORTÁZAR