
He aprendido a llorar,
a amamantar, a gatear, a hablar,
a sonreír a reír, a sufrir,
a pensar, a estudiar, a decidir,
a luchar, a amar, a sentir,
pero lo que no aprendí, es a soñar,
pues cada sueño es un mundo nuevo,
y cada sueño es el auténtico,
y es un trocito caído del cielo,
y cada sueño es una nueva dimensión,
y es una nueva perspectiva sobre la vida,
y yo sueño de pie y despierto,
sueño con ríos y nieve de montañas,
con mares profundos y cristalinos,
con eruditos volcanes de lava,
con estepas y con estalactitas,
con vientos, galernas y con ciclones,
y así me deslizo a través del los tiempos.
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