Tengo recuerdos que se clavan como puñales en mi espalda. Son recuerdos recurrentes, de los que siempre vuelven y sino no vuelven conscientemente, se cuelan por las costuras de mis sueños o pesadillas. Ellos siempre vuelven y es más, a medida que pasa el tiempo vuelven con más fuerza. Por tanto se acaban haciendo tal cual bola de nieve, inmensos y gigantes. Supongo que eso le pasa a todos, que si no has entrado a tope en esos recuerdos y no has resuelto el entuerto adecuadamente, pues por mucho que pases página, la letra ya está escrita.Y por desgracia, la mayoría de esos recuerdos son malos, lógico pues de los buenos no intentas olvidarte. Suelen tener que ver con meteduras de pata históricas o engaños o mentiras o traiciones que has cometido. Es verdad que vienen como oleadas o sea que no se tienen continuamente, solo de vez en cuando, pero cuando vienen, vienen todos juntitos y haciendo piña. Son malas rachas de recuerdos y hay algo de común en todos ellos, el miedo.
El miedo en su momento te hizo mentir o te hizo escapar o te hizo traicionar y si tu estabas blandito y alicaído, pues te dejabas llevar por la corriente. Y ya se sabe, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. El miedo puede hacer estragos en tu alma y aunque pienses que en aquél momento en que mentiste o engañaste, ya se acabó la película, estás muy equivocado, la película la vas a ver toda tu vida y la vas a ver en tres dimensiones, pues todo se agranda con el tiempo. Y el problema está en que después a esa persona a la que faltaste de alguna manera, no la vas a volver a ver o casi.Así de puñetera es la vida. Pero por esa razón, por el de no volver a ver a esa persona, se agranda tu sentido de la culpabilidad. Pero bueno, se puede y se debe intentar saldar las viejas cuentas, no todas pero sí muchas, por lo menos es lo que ahora estoy intentando o sea intento poner a las cosas en su sitio y si me tengo que dar de latigazos y ponerme un cilicio atado al cuello, pues lo haré sin miedo, ahora lo haré sin tener miedo. Se acabó la dictadura del miedo, se acabó y se acabó para siempre
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