Si yo tuviera un poquito de corazón no diría tantas gilipolleces, diría simplemente lo que hay que decir o sea no diría nada. Porque para no decir nada, ya están los periódicos y la televisión y la radio, bueno sí, para darnos y más datos y convenientemente tergiversados. Si lees un periódico te das cuenta para que sirven las sopas de letras, para ser engullidas y sin pensar en ello. Y si ves la televisión, aparte del riesgo que tienes de quedarte sin cerebro, podrás ver como funciona el arte de no decir nada. ¿Y la radio?, si escuchas la Radio y a sus ondas mentales, cuidado, y porque esas ondas son cancerígenas y corres el peligro de que la Hipófisis se te atrofie. Pero nada, nunca es nada y porque dicen cosas y cosas y esas nunca son neutrales, ni objetivas, son cosas predeterminadas y que quieren transmitir un mensaje.
Y que ese mensaje no es otro, ¡qué todo va muy bien!. A pesar de inundaciones, tragedias, temporales y galernas, todo va bien y gracias a Dios y al Gobierno. Corrupción, no os preocupéis ciudadanos, que estaremos atentos a la próxima gran obra y no se nos escapara la comisión y directamente para el bolsillo. La corrupción fue cosa de otros tiempos y la culpa la tuvo el ladrillo, que el ladrillo es muy malo y los políticos del otro partido, que son peores que malos, pero nosotros somos legales y sino robamos más, es porque ahora no podemos. Corrupción, es una palabra fea, que a fuerza de repetirse, ahora se usa con más frecuencia que un ¡buenos días!.
¿Y qué culpa tengo yo de vivir en un país de chorizos?. Sí yo nací aquí en España pero pude nacer en cualquier parte, por que fue el azar el que me hizo nacer en Vigo y salir al mundo ya en pecado, pues soy una injuria de tío, soy amargo y más que la hiel y soy ácido y más que el limón y corrosivo, pero ante todo no soy ningún chorizo, soy solo una persona que reclama su derecho a la vida. También es verdad que pude nacer en Madagascar y vivir en la selva y entonces no tendría estos problemas. Tendría otros y muy importantes, pues estaría metido en la guerrilla y luchando porque el primer mundo no robara nuestra materia prima. O sea que donde me tocara nacer, me tocaría luchar igual y ahora soy de aquí, español y lo que más me preocupa, ¡
es que haya tanta corruptela!.
Y que ese mensaje no es otro, ¡qué todo va muy bien!. A pesar de inundaciones, tragedias, temporales y galernas, todo va bien y gracias a Dios y al Gobierno. Corrupción, no os preocupéis ciudadanos, que estaremos atentos a la próxima gran obra y no se nos escapara la comisión y directamente para el bolsillo. La corrupción fue cosa de otros tiempos y la culpa la tuvo el ladrillo, que el ladrillo es muy malo y los políticos del otro partido, que son peores que malos, pero nosotros somos legales y sino robamos más, es porque ahora no podemos. Corrupción, es una palabra fea, que a fuerza de repetirse, ahora se usa con más frecuencia que un ¡buenos días!.¿Y qué culpa tengo yo de vivir en un país de chorizos?. Sí yo nací aquí en España pero pude nacer en cualquier parte, por que fue el azar el que me hizo nacer en Vigo y salir al mundo ya en pecado, pues soy una injuria de tío, soy amargo y más que la hiel y soy ácido y más que el limón y corrosivo, pero ante todo no soy ningún chorizo, soy solo una persona que reclama su derecho a la vida. También es verdad que pude nacer en Madagascar y vivir en la selva y entonces no tendría estos problemas. Tendría otros y muy importantes, pues estaría metido en la guerrilla y luchando porque el primer mundo no robara nuestra materia prima. O sea que donde me tocara nacer, me tocaría luchar igual y ahora soy de aquí, español y lo que más me preocupa, ¡
es que haya tanta corruptela!.
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