Hoy dormí como un señor, en mi cama y en pelota picada y dormí hasta que me apeteció o sea hasta las 9 de la mañana. Y entonces, ¿qué más puedo pedir?. Bueno puedo pedir un gran día y que todo me salga de perlas y me toque la quiniela de 14 o la de los Ciegos y me den un sueldito para el resto de mis días y que ésta noche no tenga que ir a currar. Yo no quiero ir a vivir a una Isla desierta, pues de Isla ya estoy bastante sobrado. Yo de querer, quiero ir a un Islón o sea tipo Japón, isla grande y con tráfico y trenes y estaciones de metro y coches y ruido y polución. Estoy hasta los cojones de respirar aire puro y no contaminado, pues yo necesito la contaminación. Sí, tengo mono de contaminación y ante eso, no me queda otra que tener que succionar los tubos de escape y así ponerme ciego de contaminación.
Quiero Fábricas con sus chimeneas echando humo corrupto y Barrios periféricos donde haya muchos yonquis e inseguridad ciudadana. Quiero Bares cutres y sucios y llenos de almas en pena, o Barrios que fueron obreros y que ahora son carne de cañón. Quiero gritos y berridos de vecinos y peleas de las llamadas domésticas y que sus sonidos reboten en las paredes del patio interior. Quiero vino, mujeres, bronca y corrupción y ambiente hostil o sea hostias por todos los lados, miedo e inseguridad. Y acaso lo que describo no son islas y dentro de una puta ciudad.
Porque todo lo que dije yo ya la viví y lo viví en cada barrio periférico de una gran ciudad. En esas islas en las que no hay fronteras físicas en forma de barreras, ni hay mar a su alrededor. A su alrededor suele haber una ciudad de las llamadas "normal". Pero yo no quiero normalidad, quiero la ley de la inseguridad o la ley de la selva y quién sobrevive es porque es capaz de matar o por lo menos de herir o de amenazar o de pelear. Quiero volver a tener miedo de meterme por un callejón oscuro o por esa calle llena de drogadictos y delincuentes y pasarla de puntillas y sin apenas toser. Y eso es mucho pedir, es mucho pedir volver a vivir en los márgenes de una ciudad.
Quiero Fábricas con sus chimeneas echando humo corrupto y Barrios periféricos donde haya muchos yonquis e inseguridad ciudadana. Quiero Bares cutres y sucios y llenos de almas en pena, o Barrios que fueron obreros y que ahora son carne de cañón. Quiero gritos y berridos de vecinos y peleas de las llamadas domésticas y que sus sonidos reboten en las paredes del patio interior. Quiero vino, mujeres, bronca y corrupción y ambiente hostil o sea hostias por todos los lados, miedo e inseguridad. Y acaso lo que describo no son islas y dentro de una puta ciudad.Porque todo lo que dije yo ya la viví y lo viví en cada barrio periférico de una gran ciudad. En esas islas en las que no hay fronteras físicas en forma de barreras, ni hay mar a su alrededor. A su alrededor suele haber una ciudad de las llamadas "normal". Pero yo no quiero normalidad, quiero la ley de la inseguridad o la ley de la selva y quién sobrevive es porque es capaz de matar o por lo menos de herir o de amenazar o de pelear. Quiero volver a tener miedo de meterme por un callejón oscuro o por esa calle llena de drogadictos y delincuentes y pasarla de puntillas y sin apenas toser. Y eso es mucho pedir, es mucho pedir volver a vivir en los márgenes de una ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario