VOTAR ¿A QUÉ?

¡Menudas elecciones europeas!. Nunca tuve tan fuerte y honda esa sensación de estar en medio de un circo y que no interesa a nadie, salvo a los que montan la función. Y venga a votar y a votar hormiguitas laboriosas que hoy me votáis y mañana ya os daré jarabe de palo. Todos quieren licitar su gran programa y como está permitido decir y después no cumplir, pues todos dicen lo que les sale de los cojones y por prometer que no quede. Unos dicen que gracias a ellos estamos en un mundo casi feliz, y al parecer ya no hay paro, ni desahucios, solo hay la ilusión que tiene la gente de poder salir de la crisis. Otros dicen lo mismo, solo que de vez en cuando hablan del pueblo y que ellos, por supuesto, lo harán mejor que los primeros. Y hay un tercer grupo en discordia y que se presentan como alternativa al bipartidismo actual.

Bueno ésta tercera alternativa sería la más lógica de votar si se comprometiera a cumplir lo prometido. Y eso y de  momento, parece que no  va a ocurrir. Y aparte a mi que más me da igual, dos que tres. ¿O por el hecho de ser tres es una garantía de que esto va a mejorar?. Ya, tienen un programa electoral, pero siempre hablamos de programa que se presenta para éstas elecciones y si después no se cumple, ¿quién le exije responsabilidades?. Bueno, siempre será mejor votar a éste tercera vía que a las otras dos, que llevan años turnándose en el poder. Claro que queda una cuarta y que no aspira a casi nada, solo a tener su propia voz.

Y ahí, sí que entro yo. Pues si que apoyo a una democracia real y por tanto a querer profundizar las libertades y a cortarle las alas a los poderes económicos. Y eso ¿es un sueño?. puede que lo sea, pero yo prefiero soñar a tanto posibilismo barato que nos venden lo que no van hacer. Yo prefiero soñar de pie, que vivir dormido. Yo prefiero la revolución que al silencio de un cementerio, aunque un cementerio es parte de mi debilidad. Yo adoro los cementerios y quizá sea porque allí, se respira mejor. Pero en fin, votemos para cambiar el mundo y sino más vale, no votar.

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JULIO CORTÁZAR