Hoy está claro que vuelvo de nuevo por mis fueros y que ayer fue un día raro y extraño. Está más que demostrado que hay días y días y ayer fue un día estúpido y el caso es que no sé porqué. Porque no tenía la regla, ni estaba ovulando, ni nadie me había amenazado de muerte o de romperme las piernas, pero quizá alguien me mentó por sus adentros y me echó un mal fario. Y si me pongo a buscar entre mis recuerdos, solo soy capaz de atinar tres personas que fueron amigos míos. Dos ex novias y un ex amigo y punto y pelota. De todas formas no creo que pierdan su tiempo pensando en desearme algo malo. Por lo menos yo no lo pierdo y eso que también tengo mis motivos.
Las cosas pasan y pasaron en aquél momento. Y ahora estamos en el año 2.014 y me importa un huevo lo que pasó en aquellos tiempos y lo digo, porque a lo largo de dos años le dí vueltas y vueltas a aquellos días de mi vida y saqué conclusiones y también despaché mierda. Pero mierda para mí y para algunos de ellos y esa mierda ya la mastiqué, me la comí y me la tragué y entonces ya es mierda digerida y por tanto solo vale cagarla. Ya le dediqué demasiado tiempo en ahondar en malas historias del pasado y ese capítulo ya está cerrado. Hay que saber pasar página y porque sino la pasas no podrás proseguir tu historia.
Así que, ¡que le den por el culo al mundo! y ahora me toca vivir el presente y el futuro. Antes era de los que pensaba, que no hay futuro, pero porque no era ni capaz de vivir el presente y por tanto, menos el futuro. Y como el ánimo ha cambiado y se ha hecho fuerte como un toro, pues eso, que de repente y sin saber el como, me quiero comer el mundo y también el futuro. Porque es muy fácil decir que el cambio fue por esto y por lo otro, pero no es verdad, pues las mismas cosas que hice hace dos años, las había hecho anteriormente y no por ello, hubo ningún cambio de ánimo. Debe haber una fuerza interna que es desconocida y que de momento no tiene nombre, que es la que te hace cambiar el cristal con el que ves a la vida. Quizá un tsunami interior o una revolución interna, pero algo fuerte tuvo que ser y porque sino sería imposible.
Las cosas pasan y pasaron en aquél momento. Y ahora estamos en el año 2.014 y me importa un huevo lo que pasó en aquellos tiempos y lo digo, porque a lo largo de dos años le dí vueltas y vueltas a aquellos días de mi vida y saqué conclusiones y también despaché mierda. Pero mierda para mí y para algunos de ellos y esa mierda ya la mastiqué, me la comí y me la tragué y entonces ya es mierda digerida y por tanto solo vale cagarla. Ya le dediqué demasiado tiempo en ahondar en malas historias del pasado y ese capítulo ya está cerrado. Hay que saber pasar página y porque sino la pasas no podrás proseguir tu historia.Así que, ¡que le den por el culo al mundo! y ahora me toca vivir el presente y el futuro. Antes era de los que pensaba, que no hay futuro, pero porque no era ni capaz de vivir el presente y por tanto, menos el futuro. Y como el ánimo ha cambiado y se ha hecho fuerte como un toro, pues eso, que de repente y sin saber el como, me quiero comer el mundo y también el futuro. Porque es muy fácil decir que el cambio fue por esto y por lo otro, pero no es verdad, pues las mismas cosas que hice hace dos años, las había hecho anteriormente y no por ello, hubo ningún cambio de ánimo. Debe haber una fuerza interna que es desconocida y que de momento no tiene nombre, que es la que te hace cambiar el cristal con el que ves a la vida. Quizá un tsunami interior o una revolución interna, pero algo fuerte tuvo que ser y porque sino sería imposible.
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