ACOTAR

Si todo es solucionable y nada es imposible, entonces ¿para qué nos comemos tanto el coco?. Y entonces si no es hoy, pues será mañana y mientras a esperar a la sombra y bien sentado. Porque hoy si que pica el sol, ya casi calienta como en Verano y me refugio en las sombras que encuentro por el camino. Tarde casi de Verano, calurosa y un tanto pegajosa. Pero bueno, de momento aún corre el aire y es que además tengo la  casa ventilada de lado a lado y para que esa corriente de aire, refresque. Aquí en las casa antiguas y la mía es una, se funciona mucho con las corrientes de aire, pues es un calor muy  húmedo y antes no había la mierda del aire acondicionado, sólo había puertas, ventanas y claraboyas  y con eso y solo con eso se ventilaba la casa.

Las casa antiguas, como la mía, tienen esos techos altos y son tan altos que parece que en ella viven gigantes y esas puertas inmensas de madera. Y todo es a lo grande, los baños, el sótano, la cocina, la sala de estar, las habitaciones, en fin, que si llega a ser construída ahora, ésta casa que tiene sótano, un bajo y dos pisos, tendría 6 pisos comprimidos de altura y dos por planta y serían en total 12 pisos. Pues ya veis yo vivo dentro de una casa de 12 pisos y a mis anchas. ¡Tiene cojones la cosa!. Unos se quejan de poco y otros de mucho y ¿en qué quedamos?.

Claro que habrá quién diga, tío de que te quejas, si vives en un palacio. Bueno lo primero que la casa es muy grande, pero no es ningún palacio. Y segundo, que al ser tan grande tengo demasiado espacio muerto, pues es imposible que yo le de vida a toda la casa. Lo intento y juro que lo intento, pero no soy superman y no llego a tanto. El otro día bajé al sótano y me dí cuenta que desde finales de Verano no había bajado al sótano, más o menos el mismo tiempo que lleva un embarazo. Y pensé, habrá monstruos y serpientes de dos cabezas ahí abajo y no, todo estaba tranquilo y en su sitio y por cierto, que es el sitio más fresco de la casa. Y me pasa lo mismo con el pisito o planta de arriba, que no lo subo salvo que arda. O sea he acotado mi espacio y no tengo barreras ni fronteras, pero sin darme cuenta las tengo psicológicas. Normal, porque los espacios demasiados grandes pierden su parte entrañable y a mi lo entrañable me encanta y por eso acoto el terreno y pongo muros figurativos.