Estoy seguro que alguien piensa que estoy pirado y si estoy pirado ¿qué pasa?. Pasa algo por estar pirado y y al mismo tiempo que estoy cojonudamente, y ¿qué pasa?. Me cago en la puta, hostia, joder y coño y demás retahíla de tacos. Y es que se puede estar pirado y andar entre la gente, hombre tampoco muy pirado, porque se nota y además das el cante. Y yo no soy el único, hay una legión de pirados que andan por ahí sueltos, pero que lo disimulan y por tanto controlan de alguna manera su locura. Porque quien tiene los santos cojones de decir donde están los límites de la normalidad. Yo a los compis que andan por ahí sueltos los identifico fácilmente y ellos a mi, claro y los identifico no por lo que dicen y por lo que hacen, sino por lo contrario, por lo que no hacen o no dicen.Un loco no se suelta fácilmente, ahora cuando se suelta, entonces ya la cagado. Pero en principio reprimen más sus instintos y lo hacen o lo hacemos por miedo, pues el pensamiento por dentro es mucho más loco que el que los otros, digamos de los que tienen pensamiento tirando a normales. Por lo tanto reprimen sus pensamientos y para no ser identificados, porque en consecuencia, se les encierra y se les atiborra de medicación que descerebra. Y un loco mima mucho su coco, pues es su herramienta más valorada, bueno la más valorada por el mismo, porque por los demás no, pues para los demás, es donde ven tu problema y por eso se empeñan en descerebrarnos.
Y tampoco voy a hacer un cántico utópico a la locura, pues hablo de locuras relativas y que a veces se escapan de tu control, pero más tarde o más temprano vuelven a situarse dentro de tu coco. Y también no echo flores a la locura, porque la locura en el fondo es un manantial de sufrimiento y de un sufrimiento muy doloroso. También a esa locura relativa se le podía llamar locura controlada, pues te sales durante un rato y después te recoges de nuevo. Y ya sé que es jugar sobre el filo de una navaja, pero que sería de nosotros si no nos pusiéramos en peligro o por lo menos un poco. Como decía el otro, con la puntita me llega.Yo también fui cuerdo en otros tiempos y fui cuerdo consecuente, de esos en que todo tenía que pasar por las manos de la lógica y al final ¿cual fue el resultado?, que mi coco estalló como una bomba de relojería y caí en manos de lo ilógico y además caí sin frenos. Así que un poquito de todo, es como yo voy tirando, un poco de lógica, un poco de locura y un poco de tontería y esa es mi fórmula mágica. Porque el coco es la hostia y necesita de estímulos continuos y la quietud que da la lógica, lo duerme y lo pone en estado de coma. Lo mismo que se da alimento al cuerpo, hay que dárselo al coco y éste vive a base de estímulos y de nuevos conocimientos
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