UN DÍA RARO

Hoy intento aclararme, pues como ya dije, el día está espeso de tiempo y yo funciono según como esté el día o sea yo me mezclo con el tiempo y de ahí que yo también me encuentre espeso. Pero tampoco es cuestión de dejarse llevar por la corriente y por eso lucho con todas mis ganas. Como decía el otro, busco un remanso de paz y de tranquilidad en medio de la espesura. Hay días en que uno se levanta claro y contundente, la idea es ésta y sólo tengo que ponerme a la faena. En cambio en otros días te levantas como el chocolate espeso y ni una sola idea brota de tu cabeza. También hay los estados intermedios y de vez en cuando surge una idea y a continuación hay un espacio en blanco.

Claro que yo prefiero los días claros y evidentes. Pero eso es una preferencia y que para nada influye en tu estado de ánimo. Es más, como te empeñes demasiado en ella, al final te acabas cerrando en banda y acabas obsesionándote y quieres claro  y contundente, cuando no lo puedes ser. Tiene sus inconvenientes eso de metamorfearse con el tiempo que hace, pues miro hacia el cielo y solo veo en gris o en blanco y negro y los colores se han borrado de mi retina y las personas andan como si fueran moros o cristianos y éste es bueno y éste es malo y no hay puntos intermedios. Por tanto no es un día de matices y de comprender a las personas.

Hoy no entiendo nada y menos entiendo a alguien, hoy cada uno es como es y si la verdad escuece pues que se vaya rascando y si no que se vaya a Urgencias, que allí dicen, que le atenderán adecuadamente. Porque hoy no estoy para nadie, si coño, hasta me cuesta estar para mi mismo. Si hoy alguien quiere un consuelo por mi parte, pues hoy lo siento pues no estoy de servicio. Hoy sólo estoy para decir verdades como puños y sin escrúpulos y ni medias tintas, ni hostias benditas, hoy en crudo y mordiendo como una fiera. Yo no tengo la culpa de que el día de hoy sea un día de tiempo raro y extraño, la culpa como siempre la tiene Dios, que para eso es nuestro creador y el culpable de nuestra existencia o no?.

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JULIO CORTÁZAR