EMPIEZA LA FIESTA

Pues nada, ¡qué buenos días!. Y son las 9 de la mañana del Lunes día 16 de Junio. Por fin ha refrescado y está un día nublado y medio negro y me gusta por el descenso de temperatura. Los días de calor me hartan y me saturan y estaba deseando un día fresquito. Cuando me vendieron lo de Menorca, no figuraba nada del calor húmedo, sólo aparecían en los folletos, sus Calas y el color de sus aguas. Bueno y la fiesta de Sant Joan en Ciutadella, esa misma fiesta que me pasaré currando a destajo y en pleno meollo de la movida. Pero bueno no estoy obligado a hacerlo, lo hago porque simplemente voy a cobrar aparte o sea que sarna con gusto no pica.

Se cobra pero se curra como un cabrón. Dos noches en vela y currando sin parar, pero un poco más qué importa y si importa, pues me jodo, hubiera dicho que no, que para eso Dios me puso en cerebro dentro de mi cabeza y me dio una lengua y para poder decir que si o que no. O sea que a apechugar con lo decidido y el próximo lunes empiezo de tarde y de noche y el martes, de mañana, de tarde y de noche y se acabó la fiesta de Sant Joan. Borracheras criminales, traumatismos por caballos desde caídas a coces, algún aplastado que otro, heridas, fracturas y golpes y si hay suerte, ningún accidentado muy grave, grave seguro, muy grave ya depende.

Y venga a pasar caballos con sus jinetes y vengas levantadas de los caballos, que es poner al caballo con su jinete sobre las dos patas traseras, lo que en las motos se llama hacer un caballito y así se pasarán los dos días, con ese desfile de caballos y en el medio un montón de caídas y de coces. Una buena coz de caballo y dada en plena cara, le deja al tío la cara bien chafada y bien metida para dentro y a veces tienes que buscarle la boca por el otro lado. Y los pisotones de caballo y los pisotones y empujones de la masa humana y es una fiesta peligrosa, pero es peligrosa porque los caballos no entienden de borracheras patosas y al final, se los van llevando por delante. Se bebe el gin con limonada (así se llama en Ciutadella) o pomada (como se llama en Mahón), que es lo mismo, pero como están a 45 km. un pueblo del otro, parece que le tienen que poner dos nombres distintos. Al parecer hay que marcar las diferencias, hasta para lo que se priva.

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JULIO CORTÁZAR