PODRIDOS

Y son las 10 de la mañana y parece que hoy estoy más cabreado que de costumbre. Supongo que la falta de sueño y de descanso, influirán. Pero bueno yo tampoco tengo la culpa de que haya tanto capullo suelto por la vida y tanto payaso que se quedó sin circo. Si uno quiere reivindicar un mundo mejor, tiene que demostrar que realmente quiere conseguirlo y eso empieza por uno mismo. No empieza por el vecino o por el compañero de trabajo o por el jefe, empieza por ti y por tu ombligo. Y el que no lo haga, podrá llegar a ser hasta político y decir lo que no hace y prometer lo que nunca se cumple, pero por dentro es otra cosa muy distinta. Por dentro todo está podrido, desde el Hígado a la Vejiga, pasando por los Intestinos.

Di tú que hay muchos que les importa un pito estar podridos por dentro, pues mientras no huela por fuera, ellos siguen a sus cosas. Y esas cosas todas tienen que ver con la pasta, pues supongo que la pasta y en grandes cantidades, debe servir como antídoto a la podredumbre interior y en eso son muy aplicados y disciplinados, en el amasar la pasta que no es suya o en amasar la pasta ajena. Después un buen Banco Suizo, unos buenos bugas y alguna comilona pantagruélica y para culminar con una buena cacería o un partido de golf. Si tampoco es tan difícil ser pijo y político y sobre todo si tienes los contactos que tocan.

Si entras en el círculo de los grandes chorizos todo se desliza por si solo. Ahora si eres un pringado que no tiene apellidos de alto abolengo, ni familia con pasta gansa, tienes que pasar previamente por el aro. Y empezarás por ser el chicuco de los recados y fulanito trae una birra para mi y unos cacahuetes para mi mujer y después vas a buscar a mis hijos al colegio y me los dejas en casa y toma las llaves de mi coche, que no puedes ir al colegio de mis hijos con esa mierda de coche.

Pero bueno, pasado éste período de prueba, ya te van dando recados administrativos y trae esos papeles y llévalos al Juzgado y sácame un billete de avión y pídeme un hotel que tenga jacuzzi y vistas al mar del Norte. Después ya vas entrando en sus copiosas cenas y ya depende de ti que te espabiles y por tanto que te sepas relacionar con los chorizos de altos vuelos. Debes decir lo justo, pero que sea simpático, simpático para ellos, claro, pero sin pasarte un sólo pelo, pues poco a poco hay que ganarse su confianza. Por último tocan fines de semana en cacerías y borracheras y ahí, es donde hay que entrar a tope, cuando están borrachos como cubas y entonces ya empiezan a contarte de como va la cosa.Y ya está ya eres un integrante más de la peña de los chorizos.

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JULIO CORTÁZAR