LOS OLORES

Hoy es Lunes y me acabo de enterar que es festivo, festivo local en el pueblo de al lado, Mahón, pero como es cuatro veces más grande que éste pueblo de Es Castell, pues es el que marca la pauta y hoy es festivo porque lo es en Mahón. Vamos como si fuera una cosa impuesta, que medio lo es, lo que pasa que la gente de aquí le da igual la imposición, con tal de tener otro día más de asueto y dispendios. Me di cuenta que era festivo, porque el bar estaba lleno de gente y ya a media mañana le daban con cariño a la cerveza.

Lo que me doy cuenta, es que yo no estoy hecho para esto de las Fiestas, yo huyo igual que el gato del agua y meterme en un follón de gente, me espanta. Yo las únicas fiestas que soporto son las de tipo romería y en medio del monte y así cuando te asfixias de tanta música a todo volumen y de tanto sobaco mal lavado, te cobijas bajo la sombra de un árbol y que le den por el culo al mundo. No sé con la edad soporto menos las masificaciones y sobre todo las masificaciones con muchas borracheras.

Y con el calor que hace hoy, se junta el olor del sobaquillo con el del alcohol y el sudor de los caballos, y hacen una mezcla que no es precisamente colonia de la buena. Y esa es otra, los perfumes que lleva mucha gente, que junto con los desodorantes chinos, ayudan a destrozar mi pituitaria. Yo en los olores soy un tío fino y delicado, lo reconozco y lo asumo. Como ya dije en uno de mis escritos, cada uno tiene sus manías y yo tengo ésta y además lo es tanto, que por el olor que emana una persona, valoro el que me caiga bien o mal. En éste aspecto soy así de nazi y el problema  está en que no puedo remediarlo.