MI PIEDRA FILOSOFAL

Hoy he observado que me explayo mucho, que me dilato demasiado en el ducharme y en el tomar el desayuno, pues me lleva dos horas el estar listo y bien listo para empezar el día. Cuando curro, éste proceso me lleva media hora y ya sé que estando de vacaciones puedo permitirme ese lujo, pero me sigue pareciendo demasiado tiempo perdido. Y la verdad es que no cuesta tanto acelerarse un poco o sea que voy a hacer lo mismo pero controlando el tiempo.Yo por lo menos siento que estoy desperdiciando el tiempo y esa sensación, como el desodorante Rexona, no me abandona.

Es cuestión de quitar tiempo de cagada, sobre todo. Y de no darle tanto al coco mientras cago, un poco sí y porque está escrito en el contrato, que mi filosofía brota sobre todo del water  y por eso es tan escatólogica. En resumen que la cagada es mi gran piedra filosofal y de donde brotan las ideas y por eso no puedo borrarla del mapa, pero sí que puedo controlarla un poco más. Qué culpa tengo yo, de que me inspire cagando, otros se inspiran viendo al mar o contemplando una puesta de sol, pues yo no y además ¿qué pasa?.

Después de estos pensamientos tan profundos, diga lo que diga va sonar a superficial. Lo dicho anteriormente, mis costumbres ancestrales las respetaré al pie de la letra, sólo pretendo acortar los tiempos. Hubo una época en que pensé seriamente en hacerme una mesa adaptada a la cagada y así escribir directamente en mi pequeño portátil, pero claro eso significaba más tiempo de cagada y además a partir de ahí, ya era más fácil dar los siguientes pasos y ya me veía comiendo y cenando en el water. Y eso, ¡era lo me faltaba!.

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JULIO CORTÁZAR