Yo no pretendo que nadie se sume a mi causa y porque hay un problema previo, ¿cuál es mi causa?. Mi causa, son cosas abstractas, son principios generales, son deseos utópicos, son delicias turcas, son trapicheos en noches oscuras, son remolinos de sentimientos, son dudas y aventuras, son peligros, son lágrimas negras y son pensamientos que a veces se iluminan. Y ese es mi mantra, el ser mejor que ayer y menos que mañana.
Podía decir cosas más materiales, como por ejemplo, tener pasta a raudales o tener yates, aviones y casas. Y no tengo nada de eso, pero tengo un universo de sentimientos y mi luna es la luz de la noche y mis estrellas son las luciérnagas. Me gustaría añadir a todo esto que he dicho, algo mágico e intangible, algo que se salga del sitio, algo que nos haga ver las luces de un barco o de un faro intermitente, algo que sea de textura de seda y algo que haga temblar a la tierra.
Porque en noches como ésta, necesito un eclipse y ya sea de sol y ya sea de luna y que las mareas suban como nunca y que desborden los diques. Hoy necesito el mar a mi lado y esa penumbra que da la niebla más profunda. Y puede ser que espere aquí sentado y tranquilo, pero lo más seguro, es que espere de pie y al borde de un precipicio. Porque yo no espero a nadie, yo me adelanto a los acontecimientos y si sé que la Luna y el Sol se pondrán a mi servicio, puede que haga que el viento me lleve a su encuentro.
Podía decir cosas más materiales, como por ejemplo, tener pasta a raudales o tener yates, aviones y casas. Y no tengo nada de eso, pero tengo un universo de sentimientos y mi luna es la luz de la noche y mis estrellas son las luciérnagas. Me gustaría añadir a todo esto que he dicho, algo mágico e intangible, algo que se salga del sitio, algo que nos haga ver las luces de un barco o de un faro intermitente, algo que sea de textura de seda y algo que haga temblar a la tierra.Porque en noches como ésta, necesito un eclipse y ya sea de sol y ya sea de luna y que las mareas suban como nunca y que desborden los diques. Hoy necesito el mar a mi lado y esa penumbra que da la niebla más profunda. Y puede ser que espere aquí sentado y tranquilo, pero lo más seguro, es que espere de pie y al borde de un precipicio. Porque yo no espero a nadie, yo me adelanto a los acontecimientos y si sé que la Luna y el Sol se pondrán a mi servicio, puede que haga que el viento me lleve a su encuentro.
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