A veces... y a veces,
sé que no puedo estar sin ti,
lo sé porque me despierto a media noche,
porque al mediodía me entra la gula y la avaricia,
porque a media tarde me cubro de sudores,
porque el día tiene 24 horas
y ¡tú me debes horas!,
horas de insomnios,
hora de estar a solas,
horas de esperar que tú me abraces,
que me des un tierno beso,
que me cojas de la mano o del brazo,
que me acaricies como un ser vivo,
que me des sustento,
que me des miedo,
que me digas algo,
que me des aliento,
que me dejes solo en mi pozo
y en sueños y en mis sueños...
que me des cobijo,
y que por fin,
que me dejes dormir entre tus brazos.
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