EL POST PANDRIO

Ya estamos en el post pandrio o en pleno proceso de digestión y es que hoy he comido un Atún todo fresquito y rico, a la plancha y con puré y ensalada natural como la vida misma. Y otra comida más entre pecho y espalda y como somos animales que funcionamos con el hambre, si estamos llenos y pletóricos, baja mucho nuestro rendimiento, pero hasta cierto punto, porque yo ahora me siento Boa, pero al mismo tiempo me salen alas y por eso tengo el placer de poder seguir escribiendo. El post pandrio tiene su tema, pues en tiempos lejanos nos tenían prohibido el bañarnos o el ducharnos o simplemente el afeitarse y todo, porque decían que se te podía cortar la digestión.

Ahora no, ahora no sé lo que dicen, pero creo que está permitido el bañarse y demás actividades acuáticas. A lo largo de la vida muchas conclusiones se cambian y lo que era bueno para el crecimiento de un niño, ahora ya no lo es y mira que me hicieron tomar a litros el famoso aceite de hígado de bacalao, que hoy en día suena a asqueroso, pero que de aquellas sino lo tomabas te quedabas enano o con las defensas por el suelo. Aceite de Hígado de Bacalao y menudas arcadas me entran. De todas formas hay más: las lentejas que sino las comes, las dejas, pues a éstas señoras teníamos que comerlas a todas horas y todo por el puto hierro.

Y Zanahorias para la vista y mira que me he comido yo Zanahorias crudas y arrancadas directamente de su mata y resulta que soy miope, presbítero y judío. Las Judías no, las Judías no sé que vitamina llevan, pero cuando es su época de recogida, dan todo a la vez y para estar un mes sin parar de comer putas Judías. Yo hasta hace poco las aborrecía y por sobresaturación de cuando era pequeñito. También me pasó con la Cebolla, que de tanto comerla cruda en la ensalada, me empezaron a crecer sabañones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR