Pues siempre hay algo que compensa en algo a la otra cosa, que no del todo y porque es imposible. Antes hablaba de los menorquines y de esa característica tan extraña, que se llama, "yo funciono como quiero", pero ahora acabo de acordarme que mismo esta tarde acabo de ir a un comercio que hay en el pueblo de al lado. Un comercio vendelotodo y no venden a su madre porque no está en venta, pues fui a por dos bombonas de butano, pues por mi casa pasa el camión del butano los Miércoles, pero pasa a la hora que le sale de los cojones y como no quiero, ni puedo estar todo el día pendiente del puto butanero, pues dos veces al mes meto dos bombonas vacías en mi coche y arreando al Pueblo de al lado.
Claro que de paso siempre me compro un rico y sabroso Queso o una planta preciosa y por eso voy encantado, porque me entusiasman el Queso y las Plantas. Y hoy vi una cosa que llamó mi atención, ¡qué tienen leña! y más barata que en ningún sitio y entonce mi Corazón empezó a palpitar como un loco y sentí cosquillitas en la boca del estómago y no me corrí allí mismo. porque ensuciaría el suelo y ¡es que me había enamorado del sitio o comercio! y eso señores y señoras, ¡no tiene precio!. Hasta me acordé del primer día que fui por allí, era un día frío de Invierno y buscaba un poco de calor humano y cuando entré fue la apoteosis y eso que aún no vendían Leña.
Pues nada, ahora iré al Pueblo de al lado a por butano, a por plantas, a por leña y a por queso y eso lo haré dos veces al mes. Si un tonto, como yo, es feliz con cualquier cosita y si esa cosita que se llama comercio y ese comercio tiene todos mis productos preferidos y a buen precio, pues yo ya soy feliz como una perdiz.
Claro que de paso siempre me compro un rico y sabroso Queso o una planta preciosa y por eso voy encantado, porque me entusiasman el Queso y las Plantas. Y hoy vi una cosa que llamó mi atención, ¡qué tienen leña! y más barata que en ningún sitio y entonce mi Corazón empezó a palpitar como un loco y sentí cosquillitas en la boca del estómago y no me corrí allí mismo. porque ensuciaría el suelo y ¡es que me había enamorado del sitio o comercio! y eso señores y señoras, ¡no tiene precio!. Hasta me acordé del primer día que fui por allí, era un día frío de Invierno y buscaba un poco de calor humano y cuando entré fue la apoteosis y eso que aún no vendían Leña.
Pues nada, ahora iré al Pueblo de al lado a por butano, a por plantas, a por leña y a por queso y eso lo haré dos veces al mes. Si un tonto, como yo, es feliz con cualquier cosita y si esa cosita que se llama comercio y ese comercio tiene todos mis productos preferidos y a buen precio, pues yo ya soy feliz como una perdiz.
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