ZOMBIS

El sentirte leído, ¡claro que anima! y quién diga lo contrario, es que su sensibilidad la tiene dormida. Hoy tenía un día raro, un día de esos que no sabes si quieres seguir escribiendo o quieres matarte a pajas, y bueno por el medio, vi el número que ayer tuve de visitas al Blog y de repente, se me fue toda la tontería y el cielo se despejó. Cuando vi que tenía 1.200 visitas en un solo día (cosa que ya he visto otras veces, incluso llegué a 2.000), me entraron las ganas repentinas de escribirlo todo. A veces la tontería pasa por el acontecer de un hecho y que suele ser el que menos te esperabas y ahí, es donde entra el factor SORPRESA, pero el factor sorpresa de la rama buena. Y un hecho lleva a otro hecho y cuando te das cuenta estás metido en el medio de una sopa de hechos.

Pues mi hecho último, es que estoy escribiendo y como un loco y cuando en realidad partí de la nada. Para que después digan que el azar no interviene o que los astros no influyen en nuestras decisiones y uno puede estar decidido para hacer una cosa y en segundo pasa un angelito y te cambia los planes. Claro que eso no te lleva a que no tengas que madurar las cosas, pues ya estoy viendo a alguno que se suma ésta película y por tanto, se queda tan tranquilo en la cama esperando a que pase del Ángel. Vamos a ver, que lo más normal es que no pase ningún ángel y sino tú no maduras y piensas las cosas, nadie te va a salvar del estropicio.

Lo normal y más frecuente es que tú tengas que luchar como un jabato y si quieres concretar una idea, lo tienes que hacer a base de sacrificio, porque el puto angelito está muy ocupado y pocas veces te puede dedicar tanto tiempo. Además, el que se envicia se cuelga y el que se cuelga que se vaya al Proyecto Hombre, que como dice su nombre, hace a los drogadictos señores hombres, pero hombres de fuerza bruta, porque el cerebro se lo llevó la droga. Si uno quiere comprobar en vida lo que es un Zombi, sólo tiene que conocer a un ex drogadicto que haya pasado por el Proyecto Hombre y es que ni sienten, ni padecen y solo saben decir: "No a la droga".

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JULIO CORTÁZAR