ES CASTELL, MI PUEBLO. Parte 4ª

 Me queda solo un pequeño detalle de su recorrido arquitectónico: aquí los isleños, le hacen una habitación a su coche. Son capaces de tirar la habitación de una casa, para ponerle una gran puerta, embaldosar todo el suelo y por último llamarle, garaje. Todo menorquín que se precie, tiene su lindo y bonito garaje. Que ya que está, pues se aprovecha: se reciclan las baldosas sobrantes para embaldosar parte de la pared, se coge una toma de agua, se pone una taza de water y una gran mesa y con muchas sillas de plástico y ya está, ya está montado el garaje- salón de fiestas. Todo, un dos en uno. Así, de paso no tienen que andar por tu casa, los invitados fisgando y fijándose como tienes la casa por dentro. Entonces lo del garaje, da rango. Y depende como lo tengas, así será tu casa (eso se supone).

 Pero en éste garaje, hay muchos que lo tienen que ampliar más, pues a los de aquí, les gusta tener un barco (a mí también, pero yo no lo tengo). Un barco para el verano. Un barco que les permite en verano hacer recorridos por las calas más apartadas y en otros momentos les sirve para ir a pescar o hacer las dos cosas al mismo tiempo. No se lo montan mal, en éste aspecto. En verano, hay mucho guiri y en consecuencia las calas menorquinas están petadas. Con lo que, la idea de tener una barca gana enteros. Y por otro lado, como los amarres están a precios prohibitivos, lo de tener un barco es buena y mala idea (porque sale muy caro). De todas formas, eso de ponerle un santuario al coche, no lo veo yo muy claro.
Ahora, al día siguiente de escribir sobre éste pueblo, veo que no me queda mucho por contar. Este es es un pueblo pequeño y creo, que ya escribí demasiado. En éste momento, estoy cerrando las ventanas de mi sala, al tiempo que enciendo mi estufa de leña, dispuesto a hibernar éste duro invierno. Se me ocurre lo que siempre pienso, que os juro que seguiré escribiendo...


 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

YO HE SIDO MUCHAS COSAS Y A LA VEZ Y AL MISMO TIEMPO

Aquí estamos de nuevo, buscando cosas, rebuscando en otras, removiendo pasados y no dando un punto a ningún remordimiento. Le hecho hecho es...