Mi hijo mayor dice que la tiene y que la padece, Fobia a las Arañas y yo pienso que lo tiene es Miedo, que es distinto. Porque miedo no es pánico y eso es lo que se siente en una fobia. Yo no le tengo fobia a las arañas, pero bueno tampoco si veo una, no me pongo a echar cohetes, ni a dar saltos de alegría, ni nos vamos a echar un polvo en su telaraña, simplemente les tengo miedo, pero no pánico. Porque tener solo miedo no te hace huir, sino que yo cojo y de un sopapo le hago caer al suelo y después la piso. Política preventiva que le llaman.
Mi fobia particular es a las serpientes, a las serpientes y culebras y es FOBIA, pues no me enfrento a ellas, simplemente me escapo, pero con una buena carga de angustia y de sudores. Primero me quedo paralizado y como si me cayera un rayo y después solo pienso en la huida. Ya de chaval le tenía dentera y en mi casa, la que estaba cerca de la playa de Vigo, había zonas del campo que casi no pisaba, zonas donde crecía la hierba a su libre albedrío.
Después me enseñaron a diferenciar las víboras de las culebras y si me quedé con la copla, que si una tenía la cabeza triangular y la otra más redonda y bla, bla, blá. Pero la teoría nunca me daba tiempo a aplicarla, pues delante de una cosa que se arrastraba por el suelo, era incapaz de ponerme a analizarla, como dije, me quedaba paralizado.
Después más tarde y cuando iba de acampada las pasaba canutas cuando tenía que cagar. Pues cagar de campo tiene su cosa, y como estás en el puto campo alguna hierba te tiene que tocar el culo. Y cuando me tocaba una hierba, saltaba por los aires y adiós cagada. O sea que de cagar en las acampadas nada de nada, ya procuraba que no pasaran de 7 días. Creo que fue lo máximo que aguanté sin cagar nada. O sea que empezaba la acampada ligero como una pluma y la acababa como si estuviera embarazado de 7 meses.
Mi fobia particular es a las serpientes, a las serpientes y culebras y es FOBIA, pues no me enfrento a ellas, simplemente me escapo, pero con una buena carga de angustia y de sudores. Primero me quedo paralizado y como si me cayera un rayo y después solo pienso en la huida. Ya de chaval le tenía dentera y en mi casa, la que estaba cerca de la playa de Vigo, había zonas del campo que casi no pisaba, zonas donde crecía la hierba a su libre albedrío.Después me enseñaron a diferenciar las víboras de las culebras y si me quedé con la copla, que si una tenía la cabeza triangular y la otra más redonda y bla, bla, blá. Pero la teoría nunca me daba tiempo a aplicarla, pues delante de una cosa que se arrastraba por el suelo, era incapaz de ponerme a analizarla, como dije, me quedaba paralizado.
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