Viernes 24 de Enero y son las 11 de la mañana, aún queda mucho día por delante, mucho día para daros el coñazo. Aquí salió tímidamente el sol y ahora está escondido entre las nubes. Bueno estará con Rosell, el ex-presidente del Barcelona que también ha decidido esconderse, me temo que ya es demasiado tarde. ¡Qué panda de mafiosos los que se dedican al negocio futbolero!. Yo por mi parte, los colgaría de la rama más alta de un pino. Y a los jugadores de élite y por eso de los recortes, los pondría en sus horas libres, que son muchas, a barrer las calles y por supuesto, nada de sueldazos millonarios.Pero bueno, yo no soy nadie para condenar, pero si soy alguien para poder opinar. Porque en ésta sociedad que vivimos, ¿quién tiene las manos limpias?. Los pringaos no, porque tienen que andar removiendo basuras y para llevarse algo de comer a la boca. Y los ricos, pues peor, pues tienen las manos sucias de tanto manosear el dinero. Ya se sabe, los pobres más pobres y los ricos más ricos. Simple aritmética capitalista. Y por el medio, quedamos los que andamos en la cuerda floja, subsistiendo como podemos y siempre cagándonos en todo.
El 50% de la pasta a nivel mundial está en manos de un 1% de la población y seguramente si se profundiza un poco más, el 80% de la pasta estará en el 0,5% de la población y no sigo, porque me va a dar un yuyu. Y me pregunto lo de siempre, ¿nacimos para ser esclavos? o ¿nacimos para ser libres?. Pregunta profunda y sencilla y de contestación complicada.
Porque se nos dirá que libres ya somos, pues podemos, ¡votar!. Me cago en el voto y quién ideó ese invento macabro. Porque votar en las circunstancias actuales, es como votar dentro de un campo de exterminio y en el que no te queda otra que elegir entre los jefes del campo, quién te puede matar mejor, si el que te promete que te va a matar a hachazos o el que puede matarte con veneno, pero nunca se votará quién te puede liberar. Estamos dentro de un campo de exterminio global y cada somos más gente y más prisioneros. Y no os preocupéis no moriremos todos, algunos quedarán, como quedaban antes y después de las grandes guerras mundiales, pero eso sí, por el camino hubo millones de muertos. Ahora no, ahora son más finos y ya no montan guerras, pero si montan campos de exterminio.
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