Bueno pues ya son las 3 de la tarde y acabo de comer, de comer digo, de engulliparme comiendo.
Como he comido solo, lo he hecho en 5 minutos y ahora estoy como un globo. Lo de comer a toda hostia tiene su historia, pues hace tiempo yo comía con mucho sosiego y me gustaba hacer paraditas y hablar de lo que fuera. Ahora soy una máquina devoradora que no habla y solo come. A veces intento y sobre todo cuando como con mis hijos, hacer ese acto del comer más relajado, pero ellos son como yo y el instinto les puede y si consigo un minuto de relax, a continuación todos nos vengamos.
También me pasa en el curre, pero ahí tiene su lógica, pues vas a comer siempre pendiente del teléfono y por si eso de si te avisan. Y ese aviso pesa como una losa sobre tu cabeza y comes pensando, ahora me van a llamar y entonces comes a la velocidad del rayo. Y te llenas como una boa y como tengas la mala suerte de que el aviso cae después de la comida, ¡ya no te cuento!. Y ya no digamos si es un aviso de un accidente de tráfico o de una parada y en donde hay que poner fuerza bruta. La comida te sale por los ojos y te empapas de sudores y no precisamente de sudores menopáusicos.
Y si además no te dado tiempo a comerte el postre, pues te lo vas a comer ahora y si te lo has comido, pues te lo vas a comer dos veces. Sangre, vísceras, órganos, vómitos y miembros esparcidos y con ese olor tan característico de sangre y de matadero. Desde luego de lo que no puedes quejarte es que ese postre no sea variado, asqueroso sí que lo es y a veces llega a ser vomitivo. Entonces piensas lo que piensas siempre, debí comer más despacio, debí comer menos, etc. Bueno vienen los arrepentimientos y ya sabemos que los arrepentimientos son quejas momentáneas y que solo duran unos cuantos minutos.
Claro que por otro lado, si vas muerto de hambre te entra la Hipoglucemia y coges tal empanada mental y física, que no te enteras de nada. La solución sería que no den éste tipo de avisos y a esas horas tan sagradas, ¡Joder! que se piensa la gente. Y también que se nos respete en nuestro descanso nocturno y nada de avisos de noche, ni a la hora de la siesta. Vamos que se estipule y por decreto ley y como le gusta tanto al PP, que uno solo se puedo morir o ponerse malo, desde las 9 de la mañana hasta las 13 horas y por la tarde de 17 a 20 horas, creo que es más suficiente. ¡Siempre hay una solución para todo!.
Como he comido solo, lo he hecho en 5 minutos y ahora estoy como un globo. Lo de comer a toda hostia tiene su historia, pues hace tiempo yo comía con mucho sosiego y me gustaba hacer paraditas y hablar de lo que fuera. Ahora soy una máquina devoradora que no habla y solo come. A veces intento y sobre todo cuando como con mis hijos, hacer ese acto del comer más relajado, pero ellos son como yo y el instinto les puede y si consigo un minuto de relax, a continuación todos nos vengamos.
También me pasa en el curre, pero ahí tiene su lógica, pues vas a comer siempre pendiente del teléfono y por si eso de si te avisan. Y ese aviso pesa como una losa sobre tu cabeza y comes pensando, ahora me van a llamar y entonces comes a la velocidad del rayo. Y te llenas como una boa y como tengas la mala suerte de que el aviso cae después de la comida, ¡ya no te cuento!. Y ya no digamos si es un aviso de un accidente de tráfico o de una parada y en donde hay que poner fuerza bruta. La comida te sale por los ojos y te empapas de sudores y no precisamente de sudores menopáusicos.
Y si además no te dado tiempo a comerte el postre, pues te lo vas a comer ahora y si te lo has comido, pues te lo vas a comer dos veces. Sangre, vísceras, órganos, vómitos y miembros esparcidos y con ese olor tan característico de sangre y de matadero. Desde luego de lo que no puedes quejarte es que ese postre no sea variado, asqueroso sí que lo es y a veces llega a ser vomitivo. Entonces piensas lo que piensas siempre, debí comer más despacio, debí comer menos, etc. Bueno vienen los arrepentimientos y ya sabemos que los arrepentimientos son quejas momentáneas y que solo duran unos cuantos minutos.Claro que por otro lado, si vas muerto de hambre te entra la Hipoglucemia y coges tal empanada mental y física, que no te enteras de nada. La solución sería que no den éste tipo de avisos y a esas horas tan sagradas, ¡Joder! que se piensa la gente. Y también que se nos respete en nuestro descanso nocturno y nada de avisos de noche, ni a la hora de la siesta. Vamos que se estipule y por decreto ley y como le gusta tanto al PP, que uno solo se puedo morir o ponerse malo, desde las 9 de la mañana hasta las 13 horas y por la tarde de 17 a 20 horas, creo que es más suficiente. ¡Siempre hay una solución para todo!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario