EL VIENTO

El VIENTO moldea el carácter, igual que moldea las piedras. El viento te trae ideas y de mundos muy lejanos. El viento te airea las malas ideas y te deja las buenas. El viento, el viento es la hostia bendita y es un soplido de los dioses. Sí hablo del viento, por si no os hubierais dado cuenta. Aquí en ésta Isla el viento predominante es el viento de Tramontana y eso lo sabe hasta un guiri que acaba de aterrizar, todo está inclinado por la fuerza de ese viento.

En Cádiz era el viento de Levante, el temido y socorrido viento de Levante. Viento fuerte y seco, viento que viene del desierto, viento que te deja seco, a ti y a todo lo que te rodea. pero como también es eso, es un viento seco, se agradece a veces y para secar la humedad y de paso para dejar  secos los malos pensamientos. Éste viento se nota en el cuerpo, te deja sin fuerzas y un estado como anémico. Sin ganas de nada, sin ganas de moverte, sin ganas de pensar, hablar y reír. Solo te deja vegetar y para eso vegetar como un cactus, pues si fueras planta o árbol, también estarías afectado.

En Galicia el más temido era y es el viento del Sur, el que trae más lluvias y allí que ya estás con el agua al cuello, pues que venga más lluvia, como que no, que a lo mejor te ahogas. Y yo que viví y durante un tiempo, en la punta más punta del Noroeste, en concreto en A Costa da Morte, que ya solo su nombre levanta el ánimo, pues allí cualquier viento que soplara te ponía loco de la cabeza. Así había cantidad de zumbados en esa Costa, iba a decir maldita, pero no es maldita, solo es como una droga dura, de fuerte que es, te cuelga y te hace dependiente.


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JULIO CORTÁZAR