Ahora son las 9 de la noche y de un Viernes. Me da igual que sea Viernes, que Sábado, que Domingo, que Miércoles y me da igual, pues cualquiera de esos días tengo que currar y de hecho curro mañana Sábado, 12 horas y el Domingo, 24 horas. Así que el entusiasmo que tenía antiguamente por el fin de semana se ha ido al garete. Ahora solo me interesan los días siguientes de las guardias. Porque ese día me noto ligero como una pluma y liberado mentalmente y ese sí que es un día para celebrarlo.
Porque por mucho que se diga, eso de que con la experiencia se duerme mejor en las guardias, pues para mí está muy equivocado. Dormirá bien el que lo dice, porque lo que es a yo, y ¡UN HUEVO!. Hace años es verdad que casi no dormía y ahora duermo algo e incluso, cuando me dejan, duermo mucho, pero yo aseguro que no duermo igual. Al día siguiente me levanto como si me hubieran dado una paliza. Cansado, agotado, harto y de mala hostia.
Lo único que compensa éste estado de ánimo, es que ese día vas flotando y todo por saber que no vas a currar en unos días. Y al final éste último estado, puede al otro y eres feliz como una perdiz. Y claro eres feliz durante un rato, después notas que las pilas se van acabando y después de comer caes fulminado. Y cuidado porque si sobo demasiado, llega la noche y no duermo. Queman las noches, las noches queman y llega un momento, en que no puedes más y todo por dormir a trozos. Lo único que llegas a desear es dormir seguido y una noche entera.
Todos los curres tiene su aquél, porque yo solo me he quejado y no dije sus ventajas, pues después de una guardia tengo 3 o 4 días libres y que además puedo cambiar guardias cuando quiera o cuando acepte el compañero el cambio. Tanto monta, monta tanto. Siempre hay una cara A y una cara B, igual que en un disco de vinilo. Pero como somos seres humanos lo queremos todo para nosotros y cuando se acerca el fin de semana enseguida me adhiero a los que pueden disfrutarlo. ¡Cuestión de oportunismo!.
Porque por mucho que se diga, eso de que con la experiencia se duerme mejor en las guardias, pues para mí está muy equivocado. Dormirá bien el que lo dice, porque lo que es a yo, y ¡UN HUEVO!. Hace años es verdad que casi no dormía y ahora duermo algo e incluso, cuando me dejan, duermo mucho, pero yo aseguro que no duermo igual. Al día siguiente me levanto como si me hubieran dado una paliza. Cansado, agotado, harto y de mala hostia.
Lo único que compensa éste estado de ánimo, es que ese día vas flotando y todo por saber que no vas a currar en unos días. Y al final éste último estado, puede al otro y eres feliz como una perdiz. Y claro eres feliz durante un rato, después notas que las pilas se van acabando y después de comer caes fulminado. Y cuidado porque si sobo demasiado, llega la noche y no duermo. Queman las noches, las noches queman y llega un momento, en que no puedes más y todo por dormir a trozos. Lo único que llegas a desear es dormir seguido y una noche entera.
Todos los curres tiene su aquél, porque yo solo me he quejado y no dije sus ventajas, pues después de una guardia tengo 3 o 4 días libres y que además puedo cambiar guardias cuando quiera o cuando acepte el compañero el cambio. Tanto monta, monta tanto. Siempre hay una cara A y una cara B, igual que en un disco de vinilo. Pero como somos seres humanos lo queremos todo para nosotros y cuando se acerca el fin de semana enseguida me adhiero a los que pueden disfrutarlo. ¡Cuestión de oportunismo!.

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