COLGADO RECICLADO

Acabo de ir a tomar un café y me encontré con un guiri inglés que conozco de hace ya unos años. Tiene 72 años y de vez en cuando charlamos un poco y hoy le dio por contarme otro pequeño trozo de su vida. debe llevar más de 40 años afincado en Menorca y me dijo que cuando llegó estuvo viviendo dos años en una cueva de una cala, que se llama Cales Coves.Una cala que tiene sus paredes perforadas de cuevas y que dicen los entendidos, que en sus remotos tiempos enterraban allí a los muertos.

Contaba que de aquella había 5 fuentes de agua más o menos potable y que su cueva era grande y con un pilar en el centro. Bueno pues el tío vivió dos años en esas condiciones y ya veis ahora vive y está tan tranquilo, solo que ahora vive en un precioso apartamento y con unas vistas más que preciosas. bueno pues hay dos reflexiones, la primera es que el tío me ha sorprendido, no los situaba con sus antecedentes hipis. 

Y segundo, que es uno más de los que cayeron por ésta Isla en plan hipi y no sé si confundieron de Isla y en principio tenían que ir a Ibiza y vinieron a Menorca y ya vinieron aquí y con todas sus intenciones, pues ésta Isla tiene encanto y tiene karma y sobre todo, está muy bien conservada. Hay mucho hipi reciclado en ésta pequeña Isla, gente que vino en ese plan y que poco a poco sufrió una reconversión y ahora curran o ya están jubilados y algunos ya muertos.

Pero tiene cojones la cosa, pues aquí no es tan fácil vivir en pelotas todo el día, pues ésta Isla es muy húmeda y en invierno esa humedad te cala hasta los huesos. Y las cuevas son una bonita colección de hongos colgantes y deben tener algo de mortuorio, pues solo los muertos pueden aguantar semejante humedad. Hay un templo budista o algo parecido y que en sus tiempos debió tener una buena cantidad de adeptos. Ahora se le ve medio alicaído y mustio y supongo que ya no serán tantos. También hay mucho alternativo, alternativo de la medicina, de la comida o de la vestimenta. Y vegetariano raro y en general hay mucho colgado, pero colgado, ya digo, reciclado.

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JULIO CORTÁZAR