¿ESTÁ BUENA O NO?

Si hay que decirlo todo, pues se dice y ya está. Porque ahora estaba dando vueltas de si escribir lo que pasaba por mi cabeza y me dije, pues claro. Hoy está nublado y hace fresquito y fui a cerrar la ventana que estaba abierta de par en par y vi pasar a un tía y me dije, ¡pero que buena está! y la volví a mirar y para confirmar mi primera visual y entonces me di cuenta que no estaba tan buena, pero mi pensamiento se dio la vuelta y matizó, sí que está buena para ser de ésta Isla. Y con eso no quiero decir que en ésta Isla sean feas, no, no es eso, pero como es pequeña son escasas.

Así pasa que cuando sales a una ciudad o a un sitio más grande, vas alucinando por la calle, no das crédito a todo lo que ves y qué cantidad de tías buenas pasan delante de tus narices. Te entra una sensación de paleto que te cagas. Bueno pues eso no solo pasa aquí, pasa en todos los sitios pequeños y aislados, pues cuando viví hace veintitantos años en A Costa da Morte (Galicia), de aquellas sitio más aislado imposible, pasaba exactamente lo mismo y pasaba cuando visitaba una ciudad.

Al cabo de un día o de dos, ya se te va pasando y ya te acostumbras a ver tanta belleza suelta y es más y también te das cuenta que al principio todos están buenas y después no es para tanto o sea vas relativizando. Y además ya sitúas las cosas en su sitio, el que esté buena o no, ya no es tan importante. Ahora entiendo a los que venían y vienen del pueblo a la ciudad y todo eran y son exclamaciones y ante tanta belleza y que tampoco era para tanto o eso pensabas tú, ya acostumbrado a vivir en la ciudad.