FLOJOS

Vamos a ver, ¿porqué hay gente floja?, pero floja de floja o floja que hace daño. Porque uno puede ser flojo por unos días o por unas horas, pero serlo siempre y como condición sine quanum, creo que hay una gran diferencia. También hay quién le llama gente sin sangre o sin espíritu. Gente que se arrastra lentamente y siempre intentando pasar desapercibida, como si por el hecho de estar calladitos y en silencio, los demás no nos diéramos cuenta que son unos flojos de mierda. Porque además lo que no hagan ellos, nos toca a los demás hacerlo y por tanto siempre nos daremos cuenta.

Hay flojos calladitos y hay flojos que se inventan patrañas y patrañas y para salir indemnes. Si ayer no dormí por culpa del llanto de mi hijo y es que no paró en toda la noche y por eso llego tarde y también por eso no tengo ganas de hacer nada. Y una vez vale, pero como ya tienen en su sangre el virus del flojerío, dirán lo mismo mil veces más y de cada vez de forma más exagerada. Y como van dando pena por todos los lados, siempre hay algún pringado que cae en sus redes y entonces les da lástima, Son bichos lastimeros y que su principal función en la vida, es dar puta pena y al final el problema, es que les ponen en el mejor turno o los dejan llegar un poco más tarde o mismo salir antes.

Y tú como un gilipollas cumpliendo a rajatabla el horario y si un día te despistas por lo que sea, te cae la bronca del siglo. Y claro  y como vas de cara, pues dices la verdad a la cara  y te quedaste dormido y sin dar más razones y ya sean verdaderas o inventadas y ¡hostia! te cae un rapapolvo que te cagas. Si decir la verdad tiene su precio y por eso la verdad la pagas con creces. Y a mi lo que realmente me jode, no es que me caiga la bronca, sino que es el ver la cara de cabrón del que siempre se salva o del caracol flojo, pues suele y es, un baboso, cornudo y arrastrado y además de ser un cara dura y aunque se las de, de pobrecito. A estos pobrecitos y por aprovechados, les condenaría a remar en las galernas de los infiernos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR