LAZOS DE SANGRE

Ayer estando de Guardia, me puse a hablar con un compañero y que más que compañero lo considero un amigo, de mi procedencia y de mis lazos familiares. Y claro, fue la crónica del desastre, pues en resumidas cuentas me di cuenta de que no tengo lazos familiares con mi familia de procedencia. por supuesto que ya lo sabía, pero a veces y como me pasó ayer, ésta conclusión suena a demasiado crudo y fuerte. Mis padres ya murieron y tengo dos hermanos, pero como si tuviera dos pepinos, no hay comunicación, ni hay muestras de cariño, no hay nada, solo hay tierra de nadie. Y el problema es que a éstas alturas me doy cuenta que no tendrá solución nunca, pues hubo roces y malos rollos anteriores y que nunca se hablaron y yo ésta vez intenté sacarlos a la superficie y fue un intento inútil y vano.

Nada y como mucho la respuesta de que yo estoy viviendo en otro tiempo y que no es el momento apropiado de plantarse nada. Y no sé cuando lo será, pues los problemas si no se hablan, se acumulan y hacen una bola de nieve y que cada vez se hace más grande.  Pero por otro lado, me hago la pregunta siguiente, son mis hermanos y los lazos se fueron perdiendo y por tanto los sentimientos y ¿tengo que seguir luchando contra ello?, o es mejor que el río siga su cauce. ¿O por el hecho de ser hermanos los tengo que seguir queriendo eternamente?. Es una pregunta tonta, pero es sincera hasta la médula. Y es que haga lo que haga, siempre me quedan remordimientos.

Si no hablo, porque no hablo con ellos y ellos son mis hermanos y entonces soy un descastado y un tirano sin sentimientos y si hablo, porque no puedo hablar claramente y decir lo que pienso y entonces no soy sincero con ellos y la relación me resulta completamente superficial. Pues por muchos lazos de sangre que yo tenga con ellos, si esa sangre es fría y vacía de sentimientos, ¿que nos queda?, nos quedan las formas o las apariencias y por ahí, si que no paso. Si son tus hermanos lo son para todo y como se dice, para lo bueno y para lo malo y yo soy el primero en reconocerlo, que lo he hecho mal 100.000 veces, pero que tampoco he sido el único
. Y esto lo he dicho y antes de decir nada, pero señores me dicen que no es el momento y creo, que ya nunca más lo será. Quizá en la otra vida, pero entonces será  demasiado tarde.

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JULIO CORTÁZAR